o a sus informes, el momento en que
Momaren y Golbasto cayeron al suelo bajo el salivazo gigantesco, el
senador empezo a reir como un nino, pidiendo que le relatase por segunda
vez la graciosa escena.
Ignoraba que Golbasto tuviera tal motivo para odiar al Hombre-Montana.
--Ese poeta--dijo--es un intrigante. Le conozco hace mucho tiempo, y no
se como me deje influenciar por sus palabras el otro dia, cuando
preparaba mi primer discurso contra el pobre coloso. Pero aun queda
tiempo para hacer justicia, y Momaren no vera cumplidos sus deseos.
Venga usted manana al Senado y vera como el senador Gurdilo es el de
siempre: un defensor de la inocencia y un enemigo de los hombres malos.
Los hombres malos eran Momaren y los senores del gobierno. La mejor
prueba para Gurdilo de la inocencia de Gillespie consistia en verlo
perseguido por ellos.
Quedo tan satisfecho de la visita de Flimnap, que hasta quiso borrar la
mala impresion que podian haber dejado en el ciertas palabras de su
ultimo discurso.
--Lo de pedante y otras expresiones parecidas--dijo--no debe usted
aceptarlo como verdades indiscutibles. Son libertades oratorias, hijas
de la improvisacion, que yo mismo empiezo por no creer. Los oradores
somos asi. Ahora que le conozco, querido profesor, declaro que es usted
hombre de ingenio y que me ha hecho pasar un rato muy agradable. Hasta
manana.
Flimnap, contento de esta entrevista, que le proporcionaba un poderoso
apoyo, paso, sin embargo, la noche en dolorosa incertidumbre, sin poder
apartar de su memoria al vencido gigante.
En las primeras horas de la manana quiso verle, y se dirigio a la
Galeria de la Industria. Su vehiculo, al llegar a la mitad de la colina,
donde estaban acampadas las tropas, fue detenido por un delegado
gubernamental, que se nego a dejarle pasar. En vano dio su nombre.
--Le conozco, doctor--dijo el funcionario--; pero el gigante esta preso
y nadie puede verlo sin una orden del gobierno.
--Soy el presidente del Comite encargado del Hombre-Montana. Los altos
senores del Consejo me designaron para ocupar dicho sitio.
--El Comite ha sido disuelto esta manana, por ser ya
innecesario--contesto el otro--. Puede usted leerlo en los periodicos.
Tuvo que retroceder Flimnap a la capital, paseando por sus principales
avenidas mientras esperaba con impaciencia la hora de la sesion del
Senado. El despego que le mostraban las gentes habia ido en aumento,
convirtiendose en franca impopularidad. Lo
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