do a
su vivienda, pero a la hora en que aparecieron dichas ediciones los
medicos mostraban esperanzas de salvarle la vida.
Cada uno comento la noticia segun la repulsion o la simpatia que le
inspiraba el poeta. Los hubo que hablaron de un exceso de inspiracion
que, haciendole olvidar la realidad, le habia impulsado a arrojarse al
agua. Otros, mas malignos, suponian un suicidio por decepciones
amorosas.
Muchos pretendieron establecer una relacion entre esta noticia,
anunciada con grandes rotulos de plana entera, y otra mas humilde, sin
grandes titulos, que habia que buscar en la ultima pagina de los
diarios, haciendo saber que el Padre de los Maestros estaba en cama
gravemente enfermo.
Como un vago rumor empezo a circular la murmuracion de que tambien a
Momaren lo habian llevado a su casa, en las primeras horas de la manana,
unos hombres que lo encontraron cerca del puerto. Pero como se trataba
de un personaje oficial, fue imposible conocer la verdad. Nadie pudo
encontrar a los empleados universitarios que habian cometido la
indiscrecion de contar la llegada de Momaren conducido en brazos por
unos marineros. Al contrario, todos declaraban que esta noticia era
absurda, pues el jefe de la Universidad estaba en cama desde tres dias
antes.
Pero esto no evito que la murmuracion siguiese haciendo su camino, y los
noveleros empezaron a afirmar que la misteriosa enfermedad del poeta era
igual a la del Padre de los Maestros, teniendo ambas el mismo origen. El
senador Gurdilo, ansioso de venganza, insinuo a los periodistas que
Momaren y Golbasto se habian batido de noche en la playa por alguna
rivalidad amorosa, pues los dos, a pesar de su exterior solemne, eran
unos hipocritas de perversas costumbres y tal vez se disputaban el
monopolio de algun esclavo atletico.
El vecindario de la capital se acosto pensando en estas dos enfermedades
misteriosas, con la esperanza de que al despertar conoceria detalles mas
interesantes sobre la existencia privada de tan celebres personajes.
Ninguno de los dos habia podido hablar hasta el presente. Al poeta se lo
prohibian los modicos hasta que recobrase su perdido vigor. Momaren,
aislado en su palacio, no era accesible a las averiguaciones de los
periodistas.... Pero al dia siguiente todo este misterio iba a
desvanecerse, como ocurre en los grandes sucesos que interesan al
publico.
Sin embargo, al despertar ocho horas despues los habitantes de la
ciudad, ni uno solo se acordo del p
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