oeta celebre ni del Padre de los
Maestros. Un suceso inaudito llenaba las paginas de los periodicos, y
tal era su novedad, que paralizo la vida corriente, aglomerando a todos
los habitantes en las plazas y calles centricas. Un temblor de tierra,
la erupcion de un nuevo volcan, un gran naufragio o una catastrofe aerea
no hubiesen acaparado tanto la atencion. Lo que ocurria era aun mas
extraordinario.
Despues de tantos anos de paz, cuando nadie se acordaba de la existencia
de las antiguas guerras, acababa de surgir una guerra.
En Balmuff, uno de los Estados mas lejanos y pobres, se habian sublevado
el dia anterior todos los hombres contra el gobierno de la
Confederacion, dirigidos por algunos jovenes excentricos de los que
figuraban en el partido masculista. Su primer acto habia sido constituir
un gobierno provisional, todo de varones, que redacto un manifiesto
dirigido al pueblo. En el se decretaba para siempre la abolicion de la
supremacia de las mujeres, declarando que estas debian ser por el
momento inferiores al hombre, y tal vez mas adelante, cuando hubiesen
perdido su presente orgullo, se accederia a que fuesen sus iguales.
La noticia de tal sublevacion, asi como el manifiesto de sus jefes, hizo
reir mucho al publico femenino. Algunos caricaturistas habian
improvisado a ultima hora dibujos para los periodicos, representando las
tropas revolucionarias compuestas de hombres todos con faldas y con
velos, llevando ademas lanzas y espadas. Las esposas masculinas de los
individuos del gobierno y de sus altos empleados, asi como las
pertenecientes a las familias ricas de la capital, eran las que mas se
indignaban contra esta sublevacion de sus companeros de sexo.
--El hombre--decian--debe permanecer quieto en su casa, ocupandose de
los hijos y de la fortuna conyugal. Eso de gobernar es oficio de las
mujeres. ?Adonde iriamos a parar si nosotros, con nuestra inexperiencia,
nos metiesemos a dirigir las cosas publicas?...
Y los que pedian mas crueles castigos para la revolucion de los hombres
eran los hombres. En cambio, habia mujeres que permanecian en silencio,
como si temiesen hacer publica su opinion sobre este suceso. Pero se
notaba en su mutismo algo que hacia recordar la doctrina de Popito
acerca de la armonia entre los dos sexos.
Se sucedian con rapidez las noticias de Balmuff. Las transmisiones
aereas hacian vibrar el espacio incesantemente, y cada media hora
descendia una maquina voladora sobre el palaci
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