lacer original en el
desempeno de estas funciones que habian pertenecido a su sexo en tiempos
tan remotos que ya estaban olvidados. Ademas se consideraba feliz porque
Ra-Ra parecia contento. La fe de este en la victoria de los hombres
habia acabado por sentirla ella igualmente, traicionando por amor los
intereses de su sexo.
--Ahora creo de un modo indiscutible, gentleman--dijo en voz baja--,
que Ra-Ra no se equivocaba al hablarnos de su triunfo.
Inclinandose hacia una oreja del gigante, murmuro los secretos del
partido masculista con el fervor de un neofito convencido hasta el
fanatismo de la bondad de la causa que acaba de abrazar.
Los nuevos tiempos estaban proximos. Ya habia sido descubierto el gran
secreto que neutralizaria el poder de los rayos negros. Los dias de lo
que llamaban las mujeres la Verdadera Revolucion estaban contados. Sus
maquinas que habian hecho estallar las armas sostenedoras del poder de
los hombres resultaban ya inutiles. Los fusiles y los canones sacudirian
su largo ensueno para recobrar el diabolico poder que les hacia
temibles. Los iniciados mas valerosos se estaban ejercitando ya en su
manejo.
Cuando llegase el momento decisivo, los rebeldes no tendrian mas que
penetrar en los olvidados museos universitarios que guardaban cantidades
enormes de material de guerra perteneciente a una historia remota. Estos
museos de industria retrospectiva iban a convertirse en arsenales
inmediatamente, dando a sus poseedores el dominio del pais, como los
rayos negros lo habian dado a las mujeres.
--Ra-Ra solo espera un aviso de las otras ciudades para lanzarse a la
destruccion del gobierno femenino. Tal vez no sea prudente empezar la
insurreccion en nuestra capital. El prodigioso invento lo han realizado
en otra ciudad, y en ella lo preparan para que pueda usarse en
abundancia y no como un descubrimiento de laboratorio.... Ademas, otros
Estados de nuestra Confederacion guardan el viejo material de guerra en
mayores cantidades que aqui. El gobierno de las mujeres lo regalo a las
provincias de poca importancia, con ironica generosidad, para que
pudiesen llenar sus museos locales ... En resumen, gentleman, que la
revolucion sonada por Ra-Ra va a realizarse, y yo creo en ella.
Callo la joven despues de dar estas noticias. No quiso decir mas sobre
el complot que preparaban los hombres y paso a hablar del gigante.
Popito y Ra-Ra habian lamentado mucho su desgracia, sintiendo ademas
cierto remordimie
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