Para Momaren, la mejor de las esperanzas era que su hijo viviese como el
no supo vivir: observando el celibato, que conviene a toda mujer de
estudios, pensando unicamente en la gloria propia y en el porvenir de la
humanidad, sin caer nunca bajo la tirania del hombre. Un sabio que desea
ser verdaderamente fuerte necesita despreciar el amor. Pero Popito ha
resultado completamente distinta a las ilusiones de su padre. Debe tener
un alma igual a la de aquel aventurero enamoradizo y caprichoso que
abandono al mas alto de nuestros sabios para irse con una comica. Es de
las pobres mujeres que consideran necesarios para su vida el hombre y el
amor.
De seguir los consejos de su padre, la veriamos antes de pocos anos
sucederle en el alto cargo de Padre de los Maestros. Pero tiene un alma
debil y contemporizadora, como la de aquellas hembras que en los
primeros dias de la Verdadera Revolucion lloraban e intercedian por los
varones. Por eso desprecia la mas eminente posicion universitaria de
nuestro pais, prefiriendo vivir con un hombre amado, en carinosa
servidumbre, adivinando sus deseos para cumplirlos y dejandose despojar
de los derechos de superioridad que le confirio, por ser mujer, nuestra
victoria revolucionaria.
Su detuvo el profesor para anadir con timidez, bajando aun mas el tono
de su voz:
--Por desgracia, gentleman, yo tengo cierta culpa de la frialdad con que
acoge Popito los sabios consejos de su padre. Esta muchacha ama a un
hombre, y yo, sin darme cuenta, hice que los dos se conociesen.
La interrumpio Gillespie con una voz que para el era casi un susurro:
--Lo se, profesor; el hombre se llama Ra-Ra....
--iMas bajo, gentleman!--dijo el traductor--. Ese nombre no le conviene
a nadie repetirlo en los presentes momentos. Digamos "el" simplemente, y
nos entenderemos lo mismo. ?Como le ha conocido usted?
Gillespie invento una historia para hacer creer al profesor que por un
azar habia conocido a Ra-Ra, contra la voluntad de este, llegando al fin
a ver su rostro.
--iImprudente!--murmuro Flimnap, refiriendose a su protegido--. Hay que
ver como lo buscan por toda la capital. Muchas veces quise abandonarlo a
su suerte, en vista de sus absurdas predicaciones contra el excelente
gobierno de las mujeres, ipero le quiero tanto!... Lo conozco desde
nino. Ademas, en los ultimos dias ha aumentado mucho mi afecto hacia el.
?Se ha fijado, gentleman, como se le parece a usted?...
Gillespie siguio contando el encue
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