joven, como
todos, y guarda la tristeza de un gran desengano amatorio. Por eso
muchos considerarnos a Golbasto como el primero de nuestros poetas
heroicos y a Momaren como el mas exquisito de nuestros poetas de
amor.... Yo quisiera que usted le manifestase esta tarde la admiracion y
el entusiasmo que ha sentido al leer sus versos. Piense que es mi jefe;
piense que tan poderoso personaje ha ordenado la produccion de este
hermoso volumen solo por serle grato, haciendo trabajar en el durante
cuatro dias a todos los pintores y encuadernadores que dependen de la
Universidad, y piense finalmente que el Padre de los Maestros es quien
puede influir sobre los altos senores del Consejo Ejecutivo para que le
permitan viajar por toda la Republica acompanandome en mis conferencias,
medio seguro de que los dos ganemos riquezas enormes.
Prometio Edwin a su traductor cumplir exactamente tales recomendaciones,
y despues de la comida de mediodia aguardo, con los codos en la mesa y
la cabeza entre las manos, la llegada del jefe de la Universidad y su
cortejo.
Durante tan larga espera se entretuvo escuchando, gracias a su aparato
auditivo, los gritos y las canciones de los servidores, que se movian
como insectos en el fondo de la Galeria. Despues que toda esta gente
hubo comido cerca de las cocinas, el estrepito fue en aumento,
cortandose de vez en cuando el vocerio de los pigmeos con las ordenes
que gritaban sus diversos jefes. Al fin se canso de este zumbido de
colmena en desorden, y sacandose de la oreja el microfonico aparato,
quedo envuelto en un dulce silencio, estremecido apenas por lejanos e
indefinibles murmullos.
Se iba adormeciendo Gillespie, cuando le estremecio un gran ruido de
muchedumbre, haciendole volver a la realidad.
Vio como una masa de curiosos formaba semicirculo en torno a la fachada
de cristal del edificio, completamente abierta, que le servia a el para
entrar y salir.
Numerosos jinetes contenian a estos curiosos para que dejasen paso
franco al ilustre visitante.
Avanzo primeramente un grupo de doctores jovenes, que eran muchachas en
traje masculino, llevando como unico emblema de su grado el gorro
universitario. Algunas de ellas, esbeltas y gallardas, tenian un andar
marcial que revelaba su aficion a los deportes, pero las mas mostraban
cierto parentesco fisico con el doctor Flimnap. Las habia enjutas de
cuerpo, con un gesto acidamente triste, como si el fuego del saber
hubiese consumido en su interi
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