los inventores, todos habian pertenecido al genero femenino; pero los
hombres, para apropiarse su gloria, falseaban las viejas cronicas,
incorporando a su sexo estas hembras gloriosas.
Gracias a la revision historica ideada por Momaren, todo iba a quedar en
su verdadero lugar, y las generaciones futuras se enterarian de que en
ningun tiempo habia existido un hombre verdaderamente celebre, pues los
que aparecian en la Historia como tales eran mujeres que los varones
habian cambiado de sexo.
Edwin, al oir mencionar al Padre de los Maestros, quiso saber por que
razon su maquina rodante y su litera tenian la forma de una lechuza.
--En nuestro pais, gentleman--continuo el profesor--, procuramos dar a
todos los objetos una forma artistica y simbolica, de acuerdo con los
gustos o la profesion de sus duenos. La lechuza es el emblema de nuestra
ciencia. A semejanza de este animal nocturno, el sabio vela mientras los
demas seres duermen.
Flimnap quiso hacer un regalo a su protegido. Del mismo modo que ella
gustaba de contemplar a Gillespie a traves de una lente de disminucion,
deseo que este emplease una lente de aumento para verla.
--Temo, gentleman, que sus ojos, acostumbrados a abarcar unicamente las
cosas enormes, no lleguen a distinguir los detalles y delicadezas de una
mujer pequena como yo.
Y el profesor, al decir esto, se ruborizaba, bajando los ojos.
Al fin, una tarde, al salir del plato-ascensor, recomendo a dos
servidores que cargasen con un disco de cristal llegado con ella. Era
del tamano de una rueda de carreta, y habia sido labrado en el Palacio
de Ciencias Fisicas de la Universidad Central. Flimnap se excuso de
traer con retraso esta lente, que habia prometido para el dia anterior.
--No es mia la culpa, gentleman. El profesor de Fisica tuvo esta manana
un hijo, y esto le ha hecho retrasar unas cuantas horas la entrega del
cristal.
Aprovecho la ocasion Gillespie para preguntar algo que le traia
preocupado desde que supo la gran victoria de las mujeres. ?Como habian
conseguido las vencedoras, dedicadas la mayor parte del tiempo a los
asuntos publicos, emanciparse de la servidumbre de la maternidad?
--iOh, gentleman!--dijo Flimnap--. Eso podia ser un problema en otra
epoca, cuando la ciencia estaba aun en sus descubrimientos elementales.
La maternidad entre nosotros no representa ya mas que una corta
molestia. Un simple resfriado da mas que hacer y obliga a mayores
perdidas de tiempo. Este prog
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