FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   84   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108  
109   110   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130   131   132   133   >>   >|  
lena esperaba desde mucho antes este ataque, le fue facil repelerlo avanzando sus dos manos energicamente, a la vez que decia: --Eso equivale a quererme hacer pagar el alquiler de la casa, como un vil comerciante. En tal caso, ya no hay regalo. iY yo que le creia a usted un _gentleman_!... Sintio cierta lastima al darse cuenta de la confusion de Pirovani. El pobre temia no haber procedido con el tacto de un hombre elegante. Para consolarlo puso su mano derecha junto a la boca de el. --Contentese con esto--dijo. El italiano beso la mano con entusiasmo, y fueron tan repetidos sus besos, que al fin tuvo ella que retirarla, amenazandole con un dedo para que guardase prudencia. Luego continuo la visita de la casa, llevando al contratista tras de sus pasos. Parecia arrepentido de su audacia y arrepentido al mismo tiempo de la docilidad con que habia obedecido a aquella mujer. Pero por encima de tan opuestos sentimientos paladeaba una sensacion de triunfo al recordar el contacto de aquella mano fina y olorosa. Esto le hizo persistir mentalmente en su opinion: "iOh, las grandes senoras!... No hay mujeres como ellas." * * * * * #VIII# El aspecto de la casa de Pirovani cambio mucho al instalarse en ella los Torrebianca. Las ventanas lucian ahora, a traves de sus vidrios, unas cortinas flamantes. Ya no se mostraban en las galerias exteriores las domesticas mal vestidas y realizando al aire libre ciertos trabajos de limpieza. La presencia de aquella senora tan hermosa y elegante habia impuesto a la servidumbre nuevos cuidados personales. Hasta la gorda Sebastiana iba vestida todos los dias "de domingo", como decian sus amigas. Otra novedad conocio el vecindario de la Presa con la instalacion de Elena en la casa del contratista. El salon de Pirovani tenia un piano de media cola, que habia permanecido cerrado hasta entonces. Lo compro el italiano en Buenos Aires por complacer a un compatriota suyo, dueno de un almacen de instrumentos de musica. Ademas le habian dicho que un salon "distinguido" no esta completo si carece de un piano, pero con cuerdas horizontales y la tapa a medio levantar. Y compro el valioso instrumento, sin esperanza de que llegase a la Presa un visitante capaz de utilizarlo. Elena, que en sus horas de soledad era una fumadora insaciable, cuando se cansaba de ir con el cigarrillo en la boca de una a otra pieza examinando los adornos y comodidades
PREV.   NEXT  
|<   84   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108  
109   110   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130   131   132   133   >>   >|  



Top keywords:

Pirovani

 

aquella

 

contratista

 

compro

 

elegante

 

italiano

 

arrepentido

 
Sebastiana
 

domingo

 

novedad


conocio
 

vecindario

 

amigas

 

decian

 
vestida
 
presencia
 

mostraban

 

galerias

 

exteriores

 

domesticas


flamantes

 

cortinas

 

lucian

 

ventanas

 
traves
 

vidrios

 

vestidas

 
realizando
 

impuesto

 

hermosa


servidumbre

 

nuevos

 

personales

 

cuidados

 

senora

 

ciertos

 

trabajos

 

limpieza

 
entonces
 

esperanza


llegase

 

visitante

 

utilizarlo

 

instrumento

 

valioso

 

horizontales

 

levantar

 

soledad

 
examinando
 

adornos