rastraran el trabajo de varios anos, y todo habra que volverlo a
empezar.
El marques, que parecia pensativo, exclamo de pronto:
--iEsos dos hombres eran antes tan amigos!... Algo, indudablemente,
debe haberse interpuesto entre ellos...
Robledo hizo un esfuerzo para que sus ojos no transparentasen lastima
ni asombro, y movio la cabeza afirmativamente.
* * * * *
#XI#
Poco despues de la salida del sol abandono Moreno su casa, por haberle
llamado Canterac urgentemente.
Al entrar en el alojamiento del ingeniero encontro a este paseando con
impaciencia. Se habia puesto ya las botas altas y el pantalon de
montar. Un cinturon con revolver y su blusa estaban sobre una silla.
Con las mangas de la camisa recogidas y la pechera abierta, mostraba
aun las frescas senales de su ablucion matinal. Su rostro era mas duro
y autoritario que otros dias. Una idea tenaz y molesta parecia colgar
de su fruncido entrecejo. Sobre los muebles y en los rincones habia
numerosos paquetes envueltos en papel fino, atados y sellados
elegantemente.
Se adivinaba que el ingeniero habia dormido mal, por culpa de aquella
idea que deseaba exponer a Moreno. Este tomo asiento, preparandose a
oir. Canterac se mantuvo de pie para seguir paseando, y dijo al
oficinista:
-Ese Pirovani, a pesar de su ordinariez, me vence siempre. iComo es
rico!...
Luego senalo los numerosos paquetes que ocupaban una parte de la
habitacion.
--Ahi tiene todos los perfumes que encargamos a Buenos Aires iCompra
inutil! Los del italiano llegaron antes.
Moreno se apresuro a disculparse. Habia hecho lo necesario para que el
encargo viniese con rapidez; pero el otro, en vez de hacer el pedido
por carta, enviaba un mensajero a la capital.
Canterac quiso mostrarse bondadoso y acepto las excusas del
oficinista, dandole unas palmaditas en la espalda.
--No he podido dormir en toda la noche, querido Moreno. Tengo un
proyecto y quiero consultarlo con usted. Necesito aplastar a ese
intrigante que se atreve a medirse conmigo... Aqui todos se consideran
iguales, como si se hubiesen suprimido en el mundo las jerarquias.
Hasta es posible que ese contratista se crea superior a mi, que soy su
jefe; todo porque tiene mas plata.
Sonrio Canterac con una expresion cruel, y siguio hablando.
--Yo hare que tenga menos. Hasta ahora le habia tolerado ciertas cosas
al aprobar sus obras. En adelante perdera muchos miles de pesos y se
ver
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