se, y al dia
siguiente le hincho un ojo a uno de sus perseguidores, y al otro dia le
derramo una caldera de agua hirviendo a los pies a otro.
En poco tiempo Tommy se impuso. No queria trabajar y trataba con un
desprecio profundo a la marineria. Era un ejemplo de lo que puede el
convencimiento de la propia fuerza aun entre gente bestial. Tommy se
reia de nosotros; hasta la campana la tocaba de una manera burlona,
haciendo un tin-tan endemoniado.
Como Tommy no hacia nada, todos los trabajos del barco iban a dos pobres
muchachos, el uno portugues y el otro breton, a quienes aquellos
barbaros de marineros trataban a golpes.
Zaldumbide mismo le miro a Tom con simpatia. Tommy era un clown, un
verdadero diablo. Se habia ganado la independencia, y fuera de tocar la
campana para renovar las guardias, lo que hacia de la manera mas
escandalosa e impertinente que puede suponerse, no trabajaba nada. En
cambio, educaba a nuestro perro y a la mona Mari Zancos, a la alta
escuela.
Little Tommy hacia juegos malabares con Demostenes, el negro, y con
Chim, el malayo. Chim y Tommy representaban con frecuencia una parodia
de Guillermo Tell. Chim sabia jugar con los cuchillos con una gran
habilidad. Tommy se ponia delante de la puerta de la cocina con una
manzana en la cabeza. Chim le tiraba un cuchillo y, despues de atravesar
la manzana, lo dejaba clavado en la puerta. Entonces Tommy extendia la
mano, arrancaba el cuchillo, y se comia la manzana entre las carcajadas
de todos.
El diablo del chico, cuando se ponia de malhumor, iba a la cofa de un
palo y alli estaba hasta que se le pasaba la murria, y volvia mas alegre
que antes.
Otro de los personajes importantes del barco era Poll. Poll era un loro
ingles; lo habian robado una noche Old Sam y un amigo suyo en el
Consulado de Inglaterra de un pueblo del Brasil. Poll, en vez de decir:
_iBonjour Jacquot!_ o _iLorito real!_, como hubiese dicho siendo frances
o espanol, gritaba:
_iScratch Poll! iScratch poor Polly!_
y ponia la cabeza entre la reja de la jaula para que se le rascara.
Belzebuth, el gato negro del doctor Cornelius, tenia un odio feroz a
Poll, y dos o tres veces estuvo a punto de matarlo.
Tommy solia entretenerse en hacer rabiar al pajarraco. Le echaba humo de
tabaco, le llamaba y solia poner entre los barrotes de la jaula un trozo
de madera, como si fuese el dedo, y Poll, que era rencoroso, se echaba
sobre el y le daba un picotazo con su pico fuerte, y cu
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