entrego usted un sobre del
padre de Mary....
--Cierto.
--Pues yo le tengo que entregar a usted otro para ella. Deselo usted el
dia de la boda.
--?No sera una venganza?
--No, no; puede usted estar tranquilo. Digale usted que es de parte de
su familia. Sera para usted y para ella una sorpresa agradable. Tome el
sobre, vacilante. El siguio mirandolo todo con atencion. Luego me dijo:
--?Esta su madre de usted?
--Si.
--Quisiera saludarla.
--Bueno, pase usted.
Entramos en el cuarto de mi madre que, al ver a Machin, quedo
sorprendida no se por que: Machin estuvo con ella muy amable. Hablaron
los dos largo rato. Yo estaba inquieto con aquella visita
incomprensible.
--?Que cambio es este?--me preguntaba.
Al salir Machin, me dijo:
--Quiero marcharme de Luzaro. Probablemente ya no nos volveremos a ver.
?Me guarda usted rencor?
--No, nunca, a pesar de que creo que tengo motivos.
--Entonces, iadios!
Me tendio la mano, yo alargue la mia y me la estrecho con fuerza.
Al volver encontre a mi madre un poco excitada.
--?Que te pasaba?--la dije.
--Nada, que al verle entrar he creido que venia mi hermano Juan.
--?Eh?
--Si.
--?Tanto se parece?
--Es identico.
El tal Machin era un tipo raro en todo, en su conducta, en sus parecidos
y en las simpatias y antipatias que despertaba.
Dias despues, una manana de otono muy clara y muy hermosa, Machin, con
su criado, se embarco en la goleta. Pasaron dias, semanas; han pasado
anos; no ha vuelto a saberse mas de el.
El dia de mi boda, al llegar a casa de mi madre, Mary abrio el sobre que
me habia dado Machin. Cayeron sobre la mesa una porcion de papeles. Eran
acciones de minas, titulos de la Deuda..., una fortuna. Entre ellos
habia una carta, que decia asi:
"Mi querida Mary: La carta de tu padre que me trajo tu marido hace algun
tiempo me revelo que tu y yo somos hermanos, hijos del mismo padre.
Shanti, a quien tanto he odiado, es pariente mio, casi hermano.
"Yo soy hijo de Juan de Aguirre y de una muchacha, sirviente de casa de
nuestra abuela. No le culpo a mi padre del abandono en que me han
tenido. La fatalidad lo ha dispuesto asi.
"Tu marido y tu tendreis seguramente la idea de que soy un hombre
perverso y danino. No he podido ser otra cosa; todo el mundo me hizo
sufrir cuando era un miserable; yo he contestado haciendo sufrir a los
demas cuando he sido poderoso.
"La bondad es la fuerza de los privilegiados. La envidia y la trist
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