ba de adulador y de vil porque no protestaba. No le podia
convencer de que una protesta que no sirve mas que para que a uno le
castiguen nuevamente, es una necedad.
El marselles, que se llamaba, no se si de nombre o de apodo, Tiboulen,
era, por otro estilo, un hombre molesto.
Lo que en Ugarte era dignidad vidriosa, en Tiboulen era patriotismo y
odio a los ingleses. El marselles tenia esa amargura y esa personalidad
de los mediterraneos excesiva, aparatosa, unida al patriotismo petulante
y exaltado de los franceses.
Tiboulen no era un hombre violento y malo como Ugarte; estando solo era
razonable, pero cuando tenia publico se volvia loco. Tiboulen necesitaba
que se ocuparan de el con cualquier motivo, y renia con los companeros
de prision y dirigia mil ridiculas amenazas a los carceleros.
Esta clase de hombres, que viven unicamente para la galeria, producen
alternativamente colera y desprecio. A veces yo deseaba que arrancaran
la piel a golpes a semejante idiota; otras me daba lastima verle
entregado sin defensa a la brutalidad de sus verdugos.
A Tiboulen y a Ugarte los llevaron a otra cuadrilla y nos dejaron en
paz.
Los primeros meses, Allen y yo nos dedicamos a estudiar sistematicamente
todas las formas y posibilidades de fugarse.
Era muy dificil; las aberturas tenian fuertes hierros, las puertas,
pesados cerrojos. Alrededor del barco corria una galeria baja, a flor de
agua, con las ventanas tan proximas una a otra, que era imposible que
pasara nadie ni nada por delante sin que lo vieran los centinelas.
Siempre habia gran vigilancia en esta galeria, y las rondas circulaban
por ella cada cuarto de hora.
Ademas, como flotaban otros pontones en esta entrada del mar, unos se
vigilaban a otros, y varias lanchas con gente armada recorrian las
proximidades de los viejos navios, de noche.
Por las conversaciones de los demas companeros, pude enterarme de que en
el ponton funcionaba una logia masonica llamada Fe y Libertad, que
tenia agentes para relacionarse con los presos de los demas pontones, y
no solo con los presos, sino tambien con algunos oficiales de la
guarnicion.
Allen y yo expusimos deseos de ingresar en la logia, y despues de hacer
nuestras pruebas, pasamos a ser hermanos. El venerable era un viejo
pirata griego, cuya historia era una serie de horrores.
Por esta masoneria pudimos enterarnos de algunos datos interesantes para
una posible evasion. La ria donde se encontraba nuestro ponton era
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