lias de madera las
llevariamos, mientras ibamos nadando, atadas al cuello.
La cuerda grande la tendriamos que dejar abandonada en la barandilla del
coronamiento de popa.
La noche fijada para la evasion fue la del domingo.
Nuestros vecinos sabian el proyecto, y esperaban ver el resultado, como
en una funcion de teatro.
La guardia entro y nos paso lista, como siempre, antes de acostarnos;
despues, era la costumbre que volviese el _master_ con algunos
guardianes y mirase si todos estabamos en nuestras hamacas.
Pasada la lista, nos desnudamos Allen, Ugarte y yo, e hicimos lios con
la ropa y los envolvimos en la tela impermeable. Luego cogimos del
colgador las ropas de otros reclusos y las metimos en nuestras hamacas.
Dejamos las gorras poco mas o menos como los demas dias, y cuando entro
el _master_ nos echamos en el suelo los tres, abrimos el boquete,
pasamos primero los fardeles con las ropas y luego nosotros, como por
una gatera, y salimos a cubierta. Cerramos el boquete. Hacia un frio
terrible. El centinela, a nuestro lado, grito: _All is vell_ (todo va
bien).
La noche no estaba del todo obscura; habia una vaga niebla rojiza.
Agachados, corriendo por cerca de la borda, nos fuimos acercando hasta
saltar a la toldilla de popa, que cogia casi toda la mitad del barco.
Estuvimos alli esperando hasta ver si eramos descubiertos. Yo estaba
temblando de frio.
--Tome usted; frotese usted--me dijo, en voz baja, Allen dandome un
trozo de sebo.
Comence a frotarme con aquello, y el me embadurno la espalda. Con esta
capa de grasa desaparecio el frio. Ugarte y Allen hicieron lo mismo.
--?Y las maderas para los pies?--dije yo.
--Aqui, a un lado, las tengo--me contesto Allen.
Esperamos a que terminaran de hacer la requisa. Si se habian dado cuenta
de nuestra falta, era una locura intentar nada.
Salio el _master_ y su tropa, como de ordinario. Se renovaron los
centinelas. No habian notado nuestra desaparicion. Era el momento de
obrar.
Allen corrio por la toldilla y vino al poco rato, deslizandose con
nuestras sandalias de madera. _All is vell_ (todo va bien), podiamos
decir tambien nosotros.
Avanzamos por el techo de la toldilla sin hacer el menor ruido. De alli
teniamos que saltar a la galeria redonda del coronamiento de popa,
adonde daban los balcones de la camara del comandante. De aquella era
necesario descender a otro balcon corrido mas bajo y menos saliente.
Desde una a otra barandilla habia una
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