tenia poca salud.
Aquella delicada criatura, tan sencilla, tan ingenua, murio en mis
brazos despues de lenta agonia.
La recuerdo siempre en la casa sombria de su padre, y a su recuerdo uno
el de la Diana Vernon de Walter Scott. Al mismo tiempo que la conoci lei
la obra del novelista escoces, y no puedo pensar en mi querida muerta
sin recordar la figura literaria del gran escritor.
Cuando ella murio me decidi a dejar Francia y a volver a Luzaro con mi
hija y con Allen, que no queria separarse de mi.
Esta ha sido mi vida. Errores, faltas, he cometido. ?Quien no los
comete?...
* * * * *
Esto decia el manuscrito de mi tio Juan de Aguirre.
VIII
PATRICIO ALLEN Y EL TESORO DE ZALDUMBIDE
Un dia de otono, al anochecer, se presentaron en Luzaro, en la posada de
Chiquierdi, dos extranjeros de aspecto sospechoso.
Bajaron de las diligencias, entraron en la cocina de la posada, y,
mientras cenaban, preguntaron con gran interes por don Santiago Andia.
La posadera les dijo que hacia mucho tiempo que yo no vivia en Luzaro,
sino en Izarte, y al saberlo se informaron de la distancia a que se
hallaba nuestra aldea del pueblo.
A la manana siguiente, el cartero, al traer el periodico, me dio estos
datos, y me dijo que aquellos hombres me buscaban. Les espere, un tanto
intrigado, y poco antes del mediodia les vi acercarse a mi casa.
Uno de ellos era alto, rojo, pesado; el otro, pequeno, de pelo negro y
ojos vivos. Los contemple por entre las cortinillas de mi cuarto. Al
primer golpe de vista no me parecio gente de mala catadura.
Llamaron, y la criada les hizo pasar a mi cuarto.
El alto y grueso parecia un poco turbado; el otro, sonriendo con una
sonrisa insinuante, me dijo en castellano, con acento andaluz:
--?Podria usted escucharnos media hora?
--Si, senor, con mucho gusto. Hagan el favor de sentarse.
--iGracias!--contesto el bajito, y anadio en ingles, dirigiendose a su
companero--: Sientese usted, Smiles.
Se sentron los dos.
--?No es usted espanol?--le pregunte al moreno.
No, soy ingles. He nacido en Gibraltar. Soy un escorpion de roca, como
nos llaman en Inglaterra a los del Penon. Me llamo Small, Ricardo
Small. Mi padre era ingles, mi madre, gaditana; por eso hablo
regularmente el espanol.
--Regularmente, no, muy bien; bastante mejor que yo.
--iMuchas gracias! Le explicare en las menos palabras posibles el asunto
que nos trae aqui. Hasta hace unos me
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