como
un gran lago, de mas de una legua de ancho. Habia en ella tres pontones,
y el nuestro estaba en medio.
La distancia desde el _Neptuno_ a tierra era, aproximadamente, de dos
millas.
Un peligro mucho mayor que el del mar, en caso de evasion, lo
constituian los pantanos fangosos de la costa, de mas de cien metros de
ancho. Segun se decia, era tan imposible atravesarlos andando como
nadando.
La mayoria de los evadidos habian quedado en ellos sin poder avanzar,
sirviendo de pasto a los cuervos y a las aves de rapina que se cebaban
en los cadaveres putrefactos.
En aquellos pantanos negros y siniestros que de noche exhalaban fuegos
fatuos habian desaparecido muchos de los escapados de los barcos
prisiones.
En vista de que no habia posibilidad de evadirse, me dedique a estudiar
matematicas. La recomendacion del medico de _El Argonauta_ seguia siendo
eficaz para mi, y, gracias a ella, el comandante me presto varios libros
de geometria, de algebra y de fisica. A estos anadio una Biblia.
Allen, que era un catolico fanatico, me recomendo varias veces que no la
leyera.
Como los presos estaban aburridos de su inaccion, cada cual buscaba el
mejor modo de entretenerse. Yo me dedique a darles lecciones de
matematicas, y llegue a ganar algun dinero. Por la noche, a pesar de que
estaba prohibido tener luz, yo leia; guardaba los trozos de tocino que
daban en el rancho, les ponia una mecha con un poco de estopa y me
servian para alumbrarme.
La indiferencia que sentia por todo, unida a una filosofia estoica que
iba adquiriendo, me ayudaban a soportar las penalidades tranquilo y sin
colera. Ademas, tenia la esperanza de que, pasados dos o tres anos, me
llevarian a una colonia penitenciaria, donde la vida seria mas
soportable.
Varias veces quise ensenar matematicas a Allen, pero no queria.
Preferia, acompanandose de un acordeon que no le abandonaba, cantar
canciones sentimentales de su pais.
[Ilustracion]
IV
LA EVASION
Al ano conocia yo a toda la gente pontonera.
Habia algunos viejos confinados que tenian una industria curiosa.
Consistia esta en hacer un agujero en el ponton y venderselo al que
pagara mas. Estos agujeros debian salir entre el nivel del agua y la
galeria baja, lugar vigilado de noche y de dia.
Ugarte, que se estaba pasando la mayor parte del tiempo en el calabozo,
me dijo que me enterara de quien podria hacer un agujero para escaparnos
nosotros. Tenia dinero, y pagaria lo que
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