desde su punto de vista, era justo.
Sus dos caracteres mas salientes eran el fanatismo religioso y la
avaricia. A pesar de las muchas brutalidades y muertes que debia haber
hecho en su vida, no se resignaba a perder su lugar en el paraiso. Lo
reclamaba con todas sus fuerzas.
Como avaro, era una especialidad. Tenia un armario forrado, donde
guardaba sus riquezas, y una porcion de baules pequenos de laton,
reforzados con barras de hierro.
Alguna vez me permiti bromear acerca de sus tesoros, y el me dijo con
gran sigilo:
--Que no te oigan. No vayan a creer que tengo mucho dinero y quieran
asesinarme.
La marineria era completamente patibularia; quitando los vascos, que
iban al lado del capitan por codicia, campesinos en su mayoria, y otros
dos o tres, los demas eran una coleccion de borrachos, de ladrones, de
presidiarios, lo peor de lo peor, el detritus de los puertos de las
cinco partes del mundo.
Los vascos, no. Estos eran casi buenas personas. Estaban convencidos de
que, saliendo de su pueblo, el vender una familia de negros o de chinos,
o el robar barcos, no tenia importancia. Se figuraban candidamente mis
paisanos que la honradez, el cumplimiento de la palabra, la buena fe,
eran necesarios e imprescindibles en la aldea. Ahora, ya en el Oceano,
consideraban el piratear, el saquear o el robar como medios de
enriquecerse mas o menos decorosos.
Entre los cuarenta tripulantes que ibamos en _El Dragon,_ los habia de
todas clases: desde tipos cuya vida era una continua serie de maldades y
de crimenes, como el doctor Ewaldus, hasta un pobre muchacho irlandes,
Patricio Allen, que era un modelo de probidad y de nobleza.
Patricio Allen era una de tantas victimas de la suerte. Su padre, un
campesino arruinado, habia ido huyendo de un pueblo de Irlanda a
Liverpool, en busca de trabajo, dejando en la miseria, al morir, a la
viuda y a una porcion de chicos y chicas.
Allen era un hombre afectivo, tenia un gran carino por la familia y
sufria al verla en la miseria. Recorria los muelles cenagosos buscando
trabajo, e iba a caer a esas tabernas de marineros borrachos, en donde
se mezclan gentes de todos los paises.
Allen no sabia, no tenia certificados, y los _skippers_ no le aceptaban.
Veia con desesperacion el momento en que la miseria desharia su pobre
hogar y llevaria a sus hermanas a aquellos antros horribles del placer
barato, en donde los marinos del mundo entero se emborrachan con
_whisky_, al lado de una
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