Machin al oirle contar a usted esto?
--Se puso como un loco. Lloraba desconsolado. iPobre madre, lo que la
hicieron sufrir!--murmuro varias veces; luego dijo, con voz iracunda--:
Ahora le pegaria fuego al pueblo entero.
Despues, mas tranquilizado, me pidio que le dijese como era; si se
parecia a el, si no se parecia; y cuando yo le indique que su padre se
habia portado mal, replico:
--No, no; el tampoco tuvo la culpa.
Me hablo de que por tu mano habia recibido un manuscrito de su padre, y
prometio enviarmelo.
--?Y se lo envio a usted?
--Si; lo he leido ya; por cierto que no se que hacer con el. Creo que tu
eres el mas indicado para guardarlo. De manera que llevatelo.
Cogi el manuscrito, lo lleve a casa y comence a leerlo en seguida.
LIBRO SEPTIMO
EL MANUSCRITO DE JUAN DE AGUIRRE
I
RESOLUCION DESESPERADA
He sido educado con una gran severidad de principios. Mi madre me
inculco la idea de que mi posicion me obligaba a ser mas rigido que los
demas. Yo, en el fondo, era un muchacho atolondrado, de buen corazon,
aunque un tanto violento.
Muy joven comence a navegar, y en el barco tuve que ir olvidando cuantas
ensenanzas me dio mi madre.
Mi vida, en los primeros anos de navegacion, fue muy intensa. Formaba
parte de la tripulacion del _Asia_, un bergantin que recorria los mares
de la China. El capitan era australiano; el piloto, vascongado.
Nuestro comercio se desarrollaba entre Malaca, Siam, Sumatra, Borneo y
las Filipinas. Los principales puntos de parada eran Singapur, Batavia,
Macasar, Hong-Kong y Manila.
Constantemente estabamos visitando sitios desconocidos, puertos en donde
no habia entrado aun el europeo. Sil Wilkins, mi capitan, era un hombre
de genio.
Con frecuencia teniamos que batirnos, ya con los merodeadores chinos del
golfo de Tonkin, como con los piratas moros que pululan por aquellas
latitudes, y dan muestra de un valor y de una audacia asombrosos.
Sobre todo hacia el nordeste de Borneo, cerca de las islas de Serasan y
del Archipielago de los Piratas, tuvimos batallas navales furibundas
contra dos y tres de esos barcos armados que llaman _praos_.
Estos _praos_ o _paraos_ suelen ser, generalmente, lanchas afiladas que
navegan a vela y a remo, y llevan varios hombres armados con fusiles; la
mayoria tienen cobertizos de esteras, pero hay algunos de estos _praos_
grandes, de tres palos, que llevan una toldilla solida con cristales y
estan defendidos con u
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