inglesa, y, sin mas preambulos,
no solto una andanada, que hizo caer sobre la cubierta de _El Dragon_
una verdadera lluvia de pedazos de madera, de poleas y de cuerdas.
Una de las velas se rajo en dos pedazos y cayo echa un monton de
pingajos, con un trozo de astilla que dio en la cabeza a uno de nuestros
hombres y lo dejo muerto. A la segunda andanada, el palo mayor quedo
hecho trizas, como el tubo de una pipa de barro, y mato a otro marinero.
Se izo la bandera holandesa; fue inutil. El crucero ingles no ceso el
bombardeo.
Nuestro capitan iba dando ordenes desde la toldilla; echamos el palo
mayor al mar, y seguimos navegando. Al mismo tiempo mando botar la
ballenera, la izamos tirando de las cuerdas, y la bajamos al mar por el
lado contrario adonde se encontraba el ingles. Se ato la rueda del
gobernalle de _El Dragon._
Tristan, el de la cicatriz, dijo al teniente que, si no le parecia mal,
iba a abrir un boquete al barco. El capitan no replico.
El de la cicatriz y Old Sam bajaron con un berbiqui, un cortafrio y un
mazo a la bodega, y se les oyo golpear por dentro largo rato.
Al cabo de un momento salieron los dos a cubierta.
El capitan llevo los planos y los instrumentos de su camara a la
ballenera; algunos sacamos de nuestros cofres el dinero que guardabamos.
Ryp, el cocinero, registro los armarios de Zaldumbide y vino ayudado por
dos amigos con tres cofres de laton.
Otros, por orden del teniente, bajaron los rifles. Embarcamos tres cajas
de galleta, agujas, tijeras, todo lo que pudimos.
La ballenera llevaba un barril de agua y una linterna, que nos serviria
para mirar de noche la brujula. Ibamos remolcados por _El Dragon_ y
protegidos por el, cuando el capitan corto la amarra y comenzamos a
alejarnos del barco a fuerza de remos.
_El Dragon_ siguio navegando, hundiendose lentamente; algunas de las
granadas de los ingleses cayeron en el agua a poca distancia de
nosotros. Los del crucero temian, sin duda, alguna estratagema, porque
iban acercandose despacio al barco abandonado.
De pronto, _El Dragon_ se detuvo y se puso a oscilar. Parecia un animal
moribundo. La proa fue hundiendose, hundiendose ... hasta desaparecer en
las aguas, y la popa se levanto en el aire.
Luego la popa fue bajando y metiendose en el mar y se formaron
torbellinos y grandes olas encima.
Las velas fueron desapareciendo majestuosamente y no quedo ni rastro de
_El Dragon_.
Al hacerse de noche izamos la vela de la ballen
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