pronto, el granuja inutil aparecio como un hombre emprendedor;
vino a Luzaro, tomo las minas de Beracochea, y comenzo a explotarlas. A
los cuatro o cinco anos ganaba el dinero de una manera fabulosa. Ya
machucho, a los cuarenta anos, se ha casado con una senorita rica y
remilgada, pero parece que esta harto de su gazmoneria. Los pescadores
le odian porque anda rondando a las chicas guapas del barrio.
Respecto a lo que me dices de esa muchacha inglesa que es tu novia, no
creo que se haya dirigido a ella; pero si tu ves que la importuna,
dimelo a mi: yo le llamare a Machin y le dire algo importante.
Me despedi del medico, que iba a entrar en una casa de la carretera, y
me volvi al pueblo. No las tenia todas conmigo. Cuando llegue a casa de
Recalde, se abria la puerta. Espere un poco. El recibimiento que me hizo
Mary borro todas mis inquietudes. Sali de casa de Recalde loco de
contento.
Al llegar a mi casa le dije a mi madre que me casaba con Mary; ella no
replico; mas al dia siguiente me dijo que Mary era una buena muchacha,
pero que podia haber hecho una boda mejor. Yo le adverti alegremente que
no se trataba de hacer una buena boda, sino de ser feliz.
Escribi a Burdeos diciendo que tardaria en volver algo mas de lo que
habia prometido.
Todos los dias esperaba a Mary despues de que ella concluia su trabajo,
y paseabamos juntos, solos o en compania de Cashilda la de Recalde. Nos
sentabamos en el Rompeolas y veiamos como el mar se agitaba entre las
penas. Algunos amigos me dijeron que Machin me espiaba.
--Ten cuidado--anadian--. Machin tiene malas entranas.
Me parecia una amenaza ridicula. Era verdad que, al toparse conmigo, me
miraba de traves; pero no pasaba de ahi. Machin, apenas estaba en
Luzaro; tenia un magnifico pailebot de recreo bastante grande, muy fino,
hecho en Inglaterra, y se marchaba a pasear por el mar.
El primer domingo que pase en Luzaro fue uno de los dias mas felices de
mi vida. Todo el dia y toda la tarde estuve en compania de Mary.
Por la tarde, despues de comer, cuando fui a casa de Recalde a buscar a
mi novia, me encontre con Quenoveva. Le pregunte por su padre, el gran
Urbistondo, y por toda la chiquilleria, y, aunque ella se oponia y se
ruborizaba, la abrace efusivamente.
A Mary no le hizo mucha gracia el abrazo que di a su amiga, pero se le
paso pronto el enfado.
--?Que le pasa a Quenoveva?--le dije a Mary--. La encuentro mas palida
y triste que antes.
--Es que esta alg
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