nia puente; su aparejo era de corbeta o brick-barca de
mucho volumen. Navegaba en aquel momento en lastre y ensenaba dos pies
de cobre fuera del agua.
Se llamaba _El Dragon_, nombre que trascendia a barco pirata.
_El Dragon_ era de una Sociedad franco-holandesa para la trata de
negros, que tenia sus principales accionistas en Amsterdam, Saint-Malo y
Nantes. Esta Sociedad no firmaba mas que por sus iniciales: V.d.H., Z. y
C.'ia.
Comparado con los de hoy, aquel barco daria risa. Era ancho, de madera;
tenia la proa como un pico; el baupres, muy levantado sobre el castillo,
a la antigua usanza, con su red para que no cayesen los marineros al
andar por las cuerdas. Sostenido sobre la flecha del tajamar ostentaba
un dragon chino, blanco y dorado. Su popa estaba muy adornada, y entre
las ventanas de la camara del capitan y del teniente habia un
dragoncillo esculpido y debajo el titulo: _El Dragon_.
No era este barco como aquellos viejos bombos holandeses que en mi
tiempo se veian arrinconados en los puertos. Su color era negro, con una
faja blanca, y tenia portas fingidas para darse aires de barco de
guerra.
_El Dragon_ era, como he dicho, una urca, una urca coquetona y elegante;
parecia una dama holandesa, blanca y rolliza, vestida de negro, que
marchaba contoneandose con gracia por el mar. _El Dragon_ era un buen
barco, un barco seguro, en el que uno se podia confiar, con una
arboladura gallarda y muchas velas de cuchillo. Era de esas
embarcaciones que los franceses llaman ardientes.
Ofrecia verdaderos refinamientos para la epoca; estaba limpio, bien
arreglado y dispuesto; las camaras para la marineria, en el sollado y
castillo de proa, eran muy capaces; la bodega, muy aireada. Llevaba dos
grandes aljibes de hierro, uno a proa y otro a popa.
_El Dragon_ estaba autorizado, segun decian, para usar canones, y tenia
tres de a seis pulgadas en la toldilla de popa y dos sobre el castillo
de proa.
En el espacio comprendido desde el palo del centro y el ultimo,
llevabamos una barca grande, de estas que llaman balleneras, con
cubierta, y encima de ella un botecillo.
Entre la tripulacion habia ingleses, franceses y espanoles; pero el
nucleo mayor lo formaban los holandeses y los portugueses. En conjunto,
seriamos cuarenta.
Los marineros dormian en las tarimas del sollado, y cuando hacia calor,
ponian las hamacas en la cubierta.
Sin duda a mi no me destinaban a la marineria, porque me llevaron a la
camara de p
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