FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130   131   132   133   134   135   136   137   138   139  
140   141   142   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154   155   156   157   158   159   160   161   162   163   164   >>   >|  
detenidamente, no hemos hallado en las ideas de su venerado maestro nada que justifique esta censurable tendencia. Los mas bellos y elevados preceptos de los grandes hombres, degeneran y se pervierten al realizarse por sectarios y continuadores. Pepe Castro, aunque advertia estas deficiencias e imperfecciones de su discipulo, no se las echaba en cara. Antes, con la nobleza propia de los grandes caracteres, extendia sobre el su clemencia para perdonarlas y ocultarlas. Nadie osaba, en su presencia, hacer burla de los cuellos ni de los guinos de Ramoncito. Eran poco mas de las cuatro cuando entrambos salvajes salieron del club abrochandose los guantes. A la puerta estaba la _charrette_ de Castro, que este despidio dando hora al cochero para el paseo. Antes debia hacer una visita a ruego de Ramoncito. Caminaron por la calle del Principe, donde el club esta situado, a paso lento, observando con fijeza a las mujeres que cruzaban. Detenianse a veces un instante para hacer algunas indicaciones luminosas sobre su garbo y elegancia, no como el timido transeunte que contempla y suspira, sino como dos bajaes que entrasen en un mercado de esclavas y antes de elegir discutiesen las cualidades de cada una. A los hombres arrojabanles una rapida mirada despreciativa. Y por si esto no bastaba se envolvian en una fuerte bocanada de humo para hacerles presente que ellos, Pepe y Ramon, pertenecian a un mundo superior, y que si caminaban por la calle del Principe era solo por capricho y momentaneamente. Siempre que se dignaban pasear un poco a pie entre calles como ahora, en la expresion de su rostro habia cierto matiz de sorpresa al ver que su paso no era acogido por la muchedumbre con rumores de admiracion. Maldonado era mas locuaz que su amigo. Sobre lo que iba y venia expresaba su opinion levantando el rostro sonriente hacia Castro. Este permanecia grave, solemne, respondiendo con monosilabos y adecuados grunidos. Digamos que Ramoncito era mucho mas bajo que su maestro, no solo moral, sino tambien fisicamente. Cuando paseaban a pie representaban verdaderamente, el uno al sabio profesor que va dejando caer gota a gota el raudal de su ciencia; el otro al ardoroso neofito avido de enterarse y penetrar cuanto abarca su vista. --?Adonde vamos?--pregunto distraidamente Castro al llegar a las cuatro calles. --Hombre, ?no habiamos quedado en casar por casa de Calderon?--dijo timidamente y un poco despechado Ramoncito. --iAh! si; se me
PREV.   NEXT  
|<   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130   131   132   133   134   135   136   137   138   139  
140   141   142   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154   155   156   157   158   159   160   161   162   163   164   >>   >|  



Top keywords:
Castro
 

Ramoncito

 

rostro

 

Principe

 

cuatro

 

calles

 

hombres

 

grandes

 

maestro

 
presente

levantando

 

locuaz

 

pertenecian

 

opinion

 

bocanada

 

hacerles

 

expresaba

 
fuerte
 
rumores
 
Siempre

momentaneamente

 

capricho

 

dignaban

 

expresion

 

sonriente

 

cierto

 

pasear

 

superior

 
admiracion
 

muchedumbre


acogido
 
caminaban
 

sorpresa

 
Maldonado
 
abarca
 
Adonde
 

pregunto

 

cuanto

 
penetrar
 
ardoroso

neofito
 

enterarse

 

distraidamente

 
llegar
 
timidamente
 

despechado

 

Calderon

 

Hombre

 

habiamos

 

quedado