mente, en la tierra de los gigantes, cuando ocurran choques
sociales, el rico no guarda con sus brazos la propia riqueza, puesta en
peligro por la envidia revolucionaria de los pobres, sino que paga a
otros pobres vestidos con un uniforme para que repelan y maten a sus
companeros de miseria.
Gillespie, desconcertado por esta logica, quedo silencioso por algunos
momentos. Luego anadio, con un deseo de tomar el desquite:
--Pero los guerreros masculinos estan mandados por oficiales hembras,
sin duda para mantener los privilegios del sexo. ?No temen ustedes que
esos atletas brutales falten al respeto a sus jefes y atenten contra
ellos?
El profesor Flimnap se ruborizo y dijo con apresuramiento:
--No tema eso, gentleman. Ya le he hablado de nuestra ciencia, y con la
misma ligereza que extirpa la voluntad y la memoria a los esclavos
forzudos, puede extirpar tambien otras cosas. Crea usted que esos
hombres de la cimitarra, a pesar de su aspecto terrible, solo piensan en
comer y en conservar su caballo limpio y brillante.
--Usted me ha hablado, profesor, de su flota, compuesta de buques que
navegan sobre el agua y debajo del agua. Recuerdo que la escuadra del
Sol Naciente remolco mi bote hasta el puerto.
--Asi es--contesto el catedratico--. Los Estados Unidos de la Felicidad
tienen una flota numerosa, dividida en tres escuadras: la del Sol
Naciente, que navega a lo largo de estas costas; la del Sol Poniente,
que guarda el otro lado del mar, y la de las Islas. Los nuevos buques
son un resultado del triunfo de la Verdadera Revolucion. Al quedar
suprimidos los canones y los torpedos por los "rayos negros", nuestros
navios, cuando estan sobre el agua, emplean las flechas, las piedras y
otras armas arrojadizas de los tiempos remotos. Si pudiesen existir
guerras bajo nuestro gobierno, estas se desarrollarian en las
profundidades submarinas, y para tales combates nuestros buques cuentan
con un aparato poderoso, un cable metalico en forma de lazo, que se
mueve a traves de las aguas con la agilidad de una serpiente, subiendo,
bajando, retorciendose, hasta que envuelve al barco enemigo en sus
anillos y lo inmoviliza, arrastrandolo prisionero.
Como todo buque tiene la misma arma agresiva, un combate naval es a modo
de una lucha de pulpos en los abismos maritimos, entrelazando la marana
de sus patas metalicas, tirando el uno del otro, hasta que el mas habil
o el mas forzudo consigue paralizar al adversario. Ademas, los navios
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