o usted dice, se
hacen prudentes y mesuradas, se casan y forman una familia. iPero si
usted viese lo que dan que hacer mientras tanto a sus coroneles y
capitanes, personas expertas que han tenido hijos y conocen las
exigencias de la vida!...
A lo mejor, el jefe de una legion nota el malestar de sus soldados. Se
muestran melancolicos y palidos, parece que suenan despiertos, aspiran
el aire como si les trajese perfumes y musicas. Esta epidemia militar es
mas frecuente en la primavera que en el resto del ano.
"Manana, maniobras", ordena el jefe. Y al dia siguiente salen al campo
las tropas a disparar flechas y tirar lanzazos al aire; marchan
larguisimas jornadas, duermen a la intemperie sobre el duro suelo, pasan
rios a nado, comen mal, y al fin, toda esta hermosa juventud vuelve
abrumada de cansancio, pero sana de pensamiento y curada por algunos
meses de su inquieta y misteriosa enfermedad.
Nosotros, gentleman, sostenemos un ejercito por exigencias de la moral:
para que no se perturben las abstinencias virtuosas que debe guardar la
juventud.
--Pero yo--dijo el gigante--he visto hombres en ese ejercito: atletas
barbudos con traje de mujer y grandes cimitarras, que iban a caballo y
eran mandados por oficiales hembras.
--Cierto--contesto el profesor--; pero esos hombres, en realidad, no
pertenecen al ejercito; mas bien son esclavos, como los atletas que se
dedican a los rudos trabajos de fuerza. Nuestro ejercito es a modo de
una aristocracia femenil, y no puede encargarse de las funciones de
policia, que considera faltas de gloria.
Necesitabamos una fuerza publica que velase por la seguridad individual,
que persiguiese a los ladrones y los homicidas, y hemos dedicado al
hombre a esta funcion demasiado ordinaria. Ademas, cuando hay algun
motin en las calles por causas frivolas de nuestra vida economica, esa
tropa es la que restablece el orden entre silbidos y pedradas, lo que
proporciona el resultado saludable de que los hombres sean nuevamente
odiados por las mujeres.
--?Y no sufre la vanidad femenil al verse dominada en la calle por un
hombre a caballo y con armas, lo mismo que en los tiempos de la tirania
masculina?
--iOh, gentleman!--dijo el profesor con acento de reproche--. En la vida
no puede ser todo perfecto y logico. Tambien entre ustedes, segun he
leido, hubo pueblos que encargaron su policia a gentes de otros paises,
y el extranjero podia perseguir y pegar al nacional en nombre del orden.
Igual
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