iere declarar contra
el.
Como Rojas insistiese en sus protestas, don Roque anadio para
calmarle:
--Voy a ver si esta vez consigo probar su delito. Le "garanto", don
Carlos, que hare cuanto pueda.
Y se lamento de los escasos medios coercitivos de que podia disponer.
Toda la tropa a sus ordenes eran cuatro policias indolentes, con
uniformes viejos y sin mas armas que largos sables de caballeria. Los
habitantes del pais, mejor pertrechados, les prestaban sus carabinas
cuando habian de perseguir a algun bandolero. Sus caballos eran los
mas flacos y peor alimentados de toda la comarca.
--Vivimos en una nacion federal--siguio diciendo el comisario--, y
unicamente las provincias, por ser autonomas, tienen bien organizada
su policia. Las autoridades de los territorios dependemos del gobierno
de Buenos Aires, y al vivir tan lejos nos olvidan, y solo podemos
contar con aquello que improvisamos.
La critica del abandono en que vivian los territorios llevo
insensiblemente a los dos argentinos a ensalzar por comparacion las
grandezas del resto de su pais.
--Aqui estamos olvidados y hechos unos salvajes--continuo don Roque--;
pero esto no es mas que la Patagonia, y hace unos anos nada mas que
empezo en ella la civilizacion. En cambio, companero, icomo ha
adelantado el resto de nuestro pais en menos de medio siglo!...
iPucha! iQue cosa barbara!
Acabaron por olvidar sus preocupaciones inmediatas para no ver mas que
la parte de la Republica que habia progresado vertiginosamente. Al
final alabaron del mismo modo la tierra en que vivian. Don Roque,
patriota optimista y de un entusiasmo receloso, presentia enemigos en
todas partes.
--Esta Patagonia, ahora desierta, vera usted que linda se nos pone
dentro de unos anos, cuando sus tierras sean regadas. Fue una
verdadera suerte que su aspecto pareciese tan feo a los de Europa. Por
eso es nuestra aun y no nos la han robado.
Y contaba a Rojas lo que habia leido en periodicos y libros.
--Hace anos, un gringo muy mentado, al que llamaban don Carlos Darwin
(el mismo que descubrio que todos venimos del mono), anduvo por estos
pagos. Era joven y habia desembarcado en Bahia Blanca de una fragata
de guerra inglesa que daba la vuelta al mundo. Queria estudiar las
plantas y los animales de aqui; pero encontro poco que hacer, pues no
abundaban entonces las unas ni los otros. Al fin parece que se marcho
desesperado, y dio a este pais el titulo de "Tierra de la
Desolacion"... Nos hi
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