ito,
Dios le tenga en gloria;
Bebamas una copa a su memoria.
Hizo gracia la ocurrencia porque Alvaro se habia batido por la tarde.
Pepe Castro le abrazo.
--Ya sabiamos que habias salido bien. ?Has pinchado al coronel?
--Si, en un brazo.
--?Como fue eso?
--Veras tu....
Y le conto los pormenores del lance. Todas se acercaron para escuchar.
El coronel se habia levantado los pantalones al llegar al jardin y se
habia remangado la camisa como un carnicero. Ataco furiosamente; pero se
fatigaba en seguida, como hombre obeso que era y algo tocado del
corazon. Descansaron seis veces. Al fin, harto ya de tanto bregar, le
habia tirado con decision una estocada al pecho amagandole antes un tajo
a la cabeza. No tuvo tiempo mas que a poner delante el brazo izquierdo,
que quedo atravesado.
--Crei que le habia matado, porque cayo redondo al suelo.
--Asi, asi. No hay cosa mas ridicula que andar dibujando tajos en el
aire y haciendo ruido con los sables como en el teatro. Un buen golpe
recto, partiendo de la inmovilidad, iesa es la manera de concluir
pronto!
--Murio Alvarito,
Dios le tenga en gloria;
Bebamos una copa a su memoria.
volvio a cantar Rafael con voz engolada levantando la copa de
_champagne_.
--Vamos, a este chavo ya se le ha subido San Telmo a la gavia--dijo la
Amparo.
Pepe y Alvaro sonrieron y continuaron comentando el lance. Los demas,
menos Conchilla, les fueron dejando; se pusieron a charlar con
animacion, trincando a la vez de lo lindo. Rafael estaba empenado en que
Ramoncito les contara sus amores. ?Se habia declarado ya a la hija de
Calderon? ?Le habia dado esperanzas? La verdad es que la nina no
encontraria, por mucho que buscase, partido tan ventajoso como el de
Ramoncito, un muchacho formal, en buena posicion, con un porvenir en la
politica....
Aunque Alcantara parecia que hablaba en serio y expresaba las mismas
ideas que al propio Ramoncito le bullian constantemente en la cabeza,
este recelaba, y con razon, de su buena fe. Ademas, la presencia de
aquellas mujeres, y mas especialmente la de Leon, le molestaba mucho.
Rechazo, pues, con mal humor todas las instancias que le hicieron para
que abriese su pecho, y les rogo, muy fruncido y encrespado, "que
hiciesen el favor de no romperle mas la cabeza". Con esto desistieron de
reirse a su costa y la emprendieron con Manolita Davalos. El joven
marques, desde un divan donde yacia solitario, contemplaba sin pes
|