otros dos socios a quienes no tenemos el gusto de conocer. Algo mas
lejos esta Manolito Davalos, solo. Mas alla Pinedo con algunos socios,
entre los cuales solo conocemos a Rafael Alcantara y a Leon Guzman,
conde de Agreda, por haber sido los de la fiesta nocturna en casa de la
Amparo que tanto disgusto al duque de Requena. Las posturas de estos
jovenes (porque lo son en su mayoria) responden admirablemente a la
elegancia que resplandece en todas las manifestaciones de su espiritu
refinado. Uno tiene puesta la nuca en el borde del divan y los pies en
una butaca, otro se retuerce con la mano izquierda el bigote y con la
derecha se acaricia una pantorrilla por debajo del pantalon; quien se
mantiene reclinado con los brazos en cruz; quien se digna apoyar la
suela de sus primorosas botas en el rojo terciopelo de las sillas.
Este _Club de los Salvajes_ es mas bien un arreglo que una traduccion
del ingles (_Savage Club_). Por mejor decir, se ha traducido con una
graciosa libertad que mantiene vivo dentro de el el genio espanol en
estrecha alianza con el britanico. A mas del titulo, pertenece al ingles
todo el aparato o exterior de la sociedad. Los miembros se ponen
indefectiblemente el frac por las noches si es invierno, el _smoking_ si
es verano; los criados gastan calzon corto y peluca. Hay un elegante y
espacioso comedor, sala de armas, gabinete de _toilette_, cuartos de
bano y dos o tres habitaciones para dormir. Tiene el club, asimismo,
servicio particular de coches y caballos de silla. El genio espanol se
manifiesta en multitud de pormenores internos. El que mas lo caracteriza
es el de la ausencia de metal acunado. Esto da origen a muchas y
extranas relaciones de los socios entre si y de los socios con el mundo
exterior, que constituyen una complicada y hermosa variedad que no se
hallara en ningun otro pueblo de la tierra. Da lugar, sobre todo, a un
desarrollo inmenso, inconcebible, de esa palanca poderosa con que el
siglo XIX ha llevado a termino las mas grandiosas y estupendas de sus
empresas, el _Credito_. Realizanse dentro del _Club de los Salvajes_
tantas operaciones de credito como en el Banco de Londres. No solo se
prestan los socios entre si dinero y juegan sobre su palabra, sino que
tambien realizan la misma operacion con el club, considerado como
persona juridica, y hasta con el conserje en calidad de funcionario y
como particular. Fuera del circulo, los salvajes, arrastrados de su
entusiasmo y veneracion por
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