unto con tonillo ironico, donde
no se adivinaba, sin embargo, gran irritacion.
Pepa habia cambiado de plan: penso que seria mucho mejor adoptar la via
diplomatica. A un chiquillo como Emilio, que no habia sido indocil hasta
entonces, era facil atraerlo con el carino. Aquel, en la oscuridad del
coche, se habia puesto colorado.
--El de Maria Huerta no vale nada.
--Por eso te gusta. Todos los hombres sois lo mismo en eso de cambiar
las orejas por el rabo. Mira, Emilito--anadio cogiendole una mano,--yo
tenia que renirte mucho, hablarte muy seriamente, decirte cosas muy
amargas ... pero no puedo, tengo un corazon tan estupido que para todas
las ofensas encuentra disculpas. Hoy has hecho una barrabasada de marca,
lo bastante para que Irene se separase de ti; pero a mi se me antoja que
no es tan grande como parece, porque eres un chiquillo aturdido. Estoy
segura de que tu mismo no te explicas la gravedad de ella....
Pepa continuo su sermon en tono dulce y persuasivo. Emilio, que esperaba
una rociada de injurias, quedo gratamente sorprendido. Escucholo con
sumision, y despues, con voz conmovida, empezo a disculparse. Verdad que
habia coqueteado un poco con Maria Huerta, pero juraba que no estaba
interesado por ella. Era una cuestion de amor propio. Cuando el se habia
casado con Irene, esta Maria habia dicho en casa de Osorio que no
comprendia como Irene aceptaba por marido un chico tan feo y tan
insustancial. Entonces juro que se tragaria aquellas palabras: ya estaba
conseguido. Por lo demas ique amor ni que calabazas! Nunca habia estado
enamorado de Maria Huerta ni pensaba estarlo.
--Yo no podia creer que estuvieses enamorado, porque siempre has tenido
buen gusto.... Porque en resumen, esa mujer no es mas que un paquete de
trapos.... Si vistes el palo de la escoba como ella, puede muy bien
hacer sus veces.... Pero ya ves, Irene lo cree y tienes la obligacion de
evitarla esos disgustos. Si yo estuviese en su caso no me los darias,
monigote--anadio cogiendole carinosamente de la oreja--. Ya sabria yo
tenerte bien amarradito a mis faldas.
--Lo creo--repuso el joven dirigiendola una larga mirada que nada
tenia de filial--. Usted tiene mas recursos que Irene.
--?Pues?--pregunto ella con otra mirada poco maternal.
--Porque usted es una mujer mas complicada; que necesita mas estudio.
Por lo mismo, no me dejaria tiempo a aburrirme seguramente.
--?Que sabes tu de eso, mamarrachillo? Hablas de mi como si me supieses
d
|