, les pinto las dulzuras del carino y
del sacrificio mutuo y concluyo prometiendoles la gloria eterna.
Clementina respondio la primera, que ella no tenia otro deseo que
continuar manteniendo con su padre las mismas relaciones de carino y
respeto que hasta entonces, y que para conseguirlo estaba dispuesta a
hacer todo lo que fuera posible. El acento seco y duro con que pronuncio
estas palabras y el gesto cenudo con que las acompano no daban
testimonio muy claro de su sinceridad. Sin embargo, el duque se
manifesto muy conmovido.
--iArbos! ipadre! ivosotros, hijos mios! Todos conocen perfectamente mi
caracter.... Para mi, fuera de la familia no hay felicidad posible....
Despues del golpe terrible que acabo de sufrir, lo unico que me queda en
el mundo es mi hija.... En ella tengo concentrado todo mi carino, mis
esperanzas y mi orgullo.... Para ella he trabajado, he luchado sin
descanso, he reunido el capital que poseo.... Puedo decir que nunca he
sentido la necesidad del dinero mas que por mi mujer (que en gloria
este) y por mi hija...; por verlas a ellas felices rodeadas de bienestar
y de lujo.... A mi me han bastado siempre cuatro cuartos para vivir,
bien lo sabeis. Hoy que soy viejo, con mayor razon.... ?Para que quiero
ya los millones? Dentro de poco me vere obligado a tomar el tren para el
otro barrio, ?verdad, Julian? Y tu lo mismo. Por consiguiente, ?a quien
puede ocurrirsele que voy a renir por cuestion de ochavos con la hija
de mi corazon?... Aqui no ha habido mas que una equivocacion. Yo
necesitaba tiempo para poner en claro mis asuntos.... Eso es todo....
Pero si es que has podido suponer otra cosa, hija mia, solo puedo
decirte esto.... Lo que hay en esta casa es tuyo y siempre lo ha sido.
Tomalo cuando se te antoje.... Tomalo, hija, tomalo.... A mi me basta
con nada....
Al pronunciar estas ultimas palabras visiblemente enternecido, quisieron
arrasarsele los ojos de lagrimas. Todos dieron muestras igualmente de
enternecimiento y prorrumpieron en frases de conciliacion. El padre
Ortega empujo suavemente a Clementina hacia los brazos de su padre, y
aunque ella era la menos conmovida, al fin se dejo abrazar por el, que
la tuvo un buen rato apretada. Cuando la solto se llevo el panuelo a los
ojos y se dejo caer en una butaca, vencido por el peso de tanta emocion.
Despues de esta escena conmovedora nadie oso acordarse de intereses. La
reunion se disolvio apretandose todos la mano cordialmente y
felicitandose c
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