xclamo el director, a quien realmente
correspondia la iniciativa, aunque por encargo de Llera sugestionado a
su vez por el duque--. iOh, no! El pueblo de Riosa quiere dar una prueba
de respeto y gratitud a su decidido protector, al que en circunstancias
criticas no ha vacilado en exponer un enorme capital comprando este
desacreditado establecimiento y salvandolo de la ruina.
--iQue hermoso es hacer bien!--exclamo Lola Madariaga con voz conmovida,
posando en Salabert con admiracion sus dulcisimos ojos.
Todos le felicitaron, aunque muchos de ellos sabian a que atenerse
respecto a aquel admirable desprendimiento. Examinaron un momento las
obras y siguieron despues su marcha hacia el establecimiento minero.
Este se halla situado a la salida misma de la villa. Al exterior ofrecia
el aspecto de una pequena fabricacion con algunas chimeneas que
despedian humo negro. No daba idea de su importancia colosal. La
comitiva entro y recorrio los cercos donde se ejecutan los trabajos
auxiliares de la mineria, donde se hallan ademas la mayor parte de las
dependencias, carpinteria, cerrajeria, sala y gabinete de los
ingenieros, etc. Lo que les llamo vivamente la atencion fue el aspecto
triste, enfermizo, de los operarios. Todos estaban marcados con un sello
de decrepitud, que obligo a la condesa de Cotorraso a decir de pronto:
--Aqui, al parecer, no trabajan mas que los viejos.
El director sonrio.
--Parecen viejos; pero no lo son, senora.
--iPero si todos tienen la piel arrugada, los ojos hundidos y
apagados!...
--No importa; ninguno de ellos llega a cuarenta anos. Los que trabajan
aqui son mineros que ya no pueden bajar. Los empleamos en el exterior,
aunque con menos sueldo.
--?Y se necesita estar mucho tiempo en la mina para ponerse
asi?--pregunto Ramoncito.
--Poco, poco--murmuro el director; y anadio despues:--Ahi donde ustedes
les ven, todavia se me escapan al menor descuido a la mina.... iEl
jornal de fuera es tan pequeno!
--?Cuanto ganan?
--Una peseta.... El maximum una cincuenta.
Penetraron en seguida en el cerco de destilacion. El duque iba delante
con los ingenieros ingleses encargados de proponerle las reformas
necesarias para dar impulso al establecimiento. En este cerco se
encuentran los hornos y grandes depositos de cinabrio. Visitaron los
almacenes de azogue y el sitio donde se pesa. Todos los operarios
temblaban mas o menos y ofrecian las mismas senales de decrepitud.
El director les propuso
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