Los anos anteriores habian sido de gran sequia. Al llegar a un pozo
encontro que el liquido era extremadamente salobre. El estaba
acostumbrado al agua de sal, que por un optimismo de los viajeros del
desierto figura como agua potable; pero la de este pozo resultaba
inadmisible para su estomago y el del mestizo acompanante.
Continuaron su marcha, confiando en la aguada que encontrarian al dia
siguiente. Este pozo no tenia agua salobre, pero era porque estaba
completamente seco... Y se habian visto obligados a seguir avanzando a
traves de una llanura siempre inmensa, siempre igual, guiandose por la
brujula y sufriendo una sed de naufragos, que les hacia marchar con
la boca jadeante, los ojos desorbitados y una expresion de locura en
ellos.
Por respeto a Elena, aludia Robledo voladamente a los recursos de que
se habian valido el mestizo y el para no perecer, bebiendo sus propios
liquidos renales y los de sus caballos.
--Una mania atormentadora se apodero de mi. Intente recordar todas las
veces que me habian invitado a beber en un cafe sin que yo quisiera
admitir el liquido que me ofrecian: cerveza, aguas gaseosas, helados.
Hacia memoria, igualmente, de todas las fiestas a que habia asistido
pasando con indiferencia ante una gran mesa llena de jarros y
botellas... Y yo me decia, perturbado por la fiebre, sin dejar de
marchar: "Si entonces hubieses tomado todos los _bocks_ de cerveza,
todos los refrescos gaseosos, todos los helados que te ofrecieron y tu
despreciaste, tendrias ahora en tu cuerpo una reserva liquida
importante, pudiendo resistir mejor la sed." Y este calculo absurdo me
atormentaba como un remordimiento, hasta el punto de sentir deseos de
abofetearme por mi torpeza.
Robledo acababa describiendo su arribo--cuando los caballos ya no
podian avanzar mas--a un pozo de agua salobre, que fue el mas
delicioso de los liquidos bebidos en toda su existencia... Y al final
de este viaje no encontro nada. Los datos que le habian hecho creer en
un gran negocio eran equivocados. Asi habia que ir a la conquista de
la fortuna en America, cuando se llegaba a ella con medio siglo de
retraso y todos los terrenos ricos, de facil explotacion, estaban ya
ocupados, quedando unicamente los remotos y asperos, que, algunas
veces, representaban la ruina y la muerte.
--De todos modos--continuo--, los hombres seguiran viniendo a este
rincon del mundo. Aqui vive para ellos la esperanza, sin la cual
resulta intolerable la existe
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