sarre en tanto llamaba barbaro a
Calderon, y _La vida es sueno_ no era mas que delirio. Aquella
restauracion clasica fue fecunda para la comedia, porque produjo a
Moratin hijo. Pero el drama, la fabula patetica que retrata las grandes
conmociones del alma, y pinta los mas visibles caracteres de la
sociedad, no existia entonces.
Se hacian algunas tragedias, obras palidas y sin vida, porque no eran
animadas por la inspiracion nacional, ni nuestro pueblo vivia en ellas,
ni nuestros heroes tampoco. "Ya sabemos lo que son esos heroes tiesos,
acartonados, de las tragedias clasicas: siempre los mismos. No se
concibe el amor a la libertad sin _Bruto_, ni el odio al imperio sin
_Cinna_. ?Como puede haber pasion sin Fedra, y fatalidad sin _Edipo_, y
parricidio sin _Orestes_ y rebelion sin _Prometeo_, y amor a la
independencia sin _Persas_? En tiempo de nuestro amigo Ramon, los
jovenes creian esto; y habia algunas personas graves que encontraban a
Crebillon mas inspirado que Lope, y Rotrou mas grande que Moreto."
El poeta de que hablamos escribio su correspondiente _Alceste_, con
algun acto de un _Bellerofonte_ y varias escenas de tragedia biblica,
tambien de cajon entonces. Tuvo una inspiracion despues, y quiso dejar
tan trillado camino. Ideo un _Subieski_, un _Soliman,_ un _Arnoldo de
Brescia_, y, por ultimo, un _Padilla_; pero no bien habia escrito
algunos versos, retrocedio por miedo a la antigueedad, y se fijo en los
_Gracos._ Dio principio a la obra, y la remato poco antes de las escenas
que estamos refiriendo.
Ya le tenemos sentado sobre la mesa, con el manuscrito en la mano y
alumbrado por el candilejo. El Doctrino y Javier se disputaban la causa
con nuevo furor, y Lazaro, que estaba sentado en la silla, habia cedido
al cansancio, y apoyado en la misma cama, esperaba la primera escena de
los Gracos.
Javier tosio, y leyo las listas de los personajes de la tragedia,
seguida de la retahila de tribunos, lictores, centuriones, patricios,
pueblo, esclavos. Despues relato la decoracion, que era la plaza
publica, sitio de confidencias, de citas, de discursos, de secretos, de
escandalos, de juicios, de todo. Luego empezo el acto. Salia el _tribuno
primero,_ y le decia al _tribuno segundo_ si habia visto a Cayo; el
tribuno segundo le contestaba al _tribuno primero_ que no; pero despues
venia el _tribuno tercero_ y decia a los dos anteriores que Cayo estaba
en casa del sacerdote Ennio Sofronio, y que despues vendria a confiar
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