la Encarnacion. Esta dona Paulita era una santa.
Vivian humildemente, casi pobremente; pero con mucho arreglo. Varias
veces habian propuesto a Elias que se llevase a Clara a vivir con ellas,
por la razon de que sola en su casa, la muchacha se habia de contaminar
necesariamente con las ideas del siglo. Coletilla no accedio al
principio por respeto; pero al fin acogio la idea, y ya hemos visto como
se preparo a realizarla. Ademas, dona Maria de la Paz Jesus, que era
mujer de gran iniciativa, habia concebido el proyecto de un arreglo
domestico muy conveniente para Elias y para ellas. Este proyecto
consistia en que Elias tomara el piso segundo de aquella casa, el cual
ellas tenian como deposito de los muebles de la grandiosa casa antigua,
de que no habian querido desprenderse. El mayordomo aplazo para mas
adelante este arreglo.
--Senoras, al fin traigo esa chica--dijo Coletilla, presentandose a las
de Porreno.
--Bien, amigo--exclamo Salome;--traigala usted en seguida, esta
misma tarde.
--Pero, senoras--continuo,--esa muchacha tiene muy mala cabeza. Es
preciso que ustedes empleen en ella una severidad muy grande. De otro
modo es imposible sacar partido.
--?Pero que ha hecho?--exclamo dona Paulita, la santa.
Elias conto la aparicion del militar en su casa; conto los antecedentes
peligrosos de Clara, su deseo de parecer bien, la compra de las flores,
las composiciones del vestido, y las tres damas comenzaron a hacer
aspavientos. Salome entono un sermon, y dona Paulita se hizo cuatro
cruces desde la frente al estomago y desde un hombro a otro.
--Descuide usted, amigo, que ya la enmendaremos dijo Maria de la
Paz Jesus.
--Bien se comprende esa desenvoltura ... las muchachas del dia--dijo
Salome quitandose los espejuelos,--son todas asi. Y ya ... como esa
Clarita no tiene mala cara ... si ... una carilla asi ... desvergonzada
y graciosilla ... pues ... aquello no es hermosura.
--Pero, don Elias, ?es cierto eso de que ha hablado con
hombres?--exclamo Paz con una solemnidad arquiepiscopal, que era en ella
muy frecuente.--?Pero que basilisco es ese? ... Mas no importa. Ya la
enmendaremos nosotras. Ya la ensenaremos a portarse como una mujer de
bien.... iAy! la honestidad esta por los suelos. iQue siglo!
--iAhi!--exclamo dona Paulita, despues de concluir en voz baja un Padre
nuestro;--estas ideas del dia ... iJesus, que sociedad! Pero todo se
enmienda; y los mas pecadores son los que mas pronto salen de su error.
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