salvado. Ya esta hecho lo principal; de modo que
ahora, con una vida ejemplar consagrada enteramente a la oracion, su
alma se purificara por completo. No temas, nina--anadio, volviendose
del lado en que estaba Clara;--no temas, que no volveras a caer, y si
saliste del pantano del mundo, ha sido para continuar pura y sin
mancha lejos de el. Y no desconfies de ella--prosiguio mirando a la
sala y dirigiendose a las dos esfinges: no desconfies de ella, porque
es muy buena.
Salome movio la cabeza en senal de duda.
--Es muy buena, muy buena companera mia--continuo la devota--Aunque el
mundo trato de corromperla, ella tiene muy buen fondo, y el alma esta
santa: lo he conocido. Perdera la corteza de las viles pasiones que el
mundo le ha ensenado. Estoy tan interesada en su salvacion, que quiero
unirme a ella para toda la vida y salvarla conmigo. iOs aseguro que asi
sera! Amadla vosotras, que Dios manda amar a los pecadores, sobre todo
cuando estan arrepentidos. ?No es verdad que estas arrepentida, hermana?
No se oyo ninguna respuesta. Clara contesto sin duda que si con un
movimiento de cabeza. El sermon de la devota dejo un eco en la sala.
--Senoras: para concluir, me permitire una observacion--dijo don
Gil.--Yo no veo un escandalo en que la senora dona Clarita salga en la
procesion de las virgenes. Al contrario, bueno es que ostente la
hermosura, que es obra de Dios; y la mujer que se esconde y no sale,
impide que se admire una obra de Dios, cual es la hermosura. Esa joven
es un ejemplar prodigioso de las hechuras de Dios, y haciendo que todos
la vean es como se publican las alabanzas del autor de tantas
maravillas.
--Senor don Gil--objeto Maria de la Paz haciendo esfuerzos para aparecer
serena:--no creia yo que fuese usted tan libertino. Vamos, nosotras
teniamos de usted otra idea; creiamos que....
--Yo soy, senora, un hombre como los demas. Admiro las obras bellas de
la Naturaleza, y una mujer hermosa es....
--Por Dios, senor de Carrascosa: en verdad tiene usted unas cosas
...--dijo Salome pasando la mano por el fragmento de cabellera que entre
su apergaminada frente y su tocado aparecia.
--iJesus! reportese por Dios--dijo desde dentro la devota. Me horrorizan
sus palabras.
Algo mas duro el importante dialogo; pero don Gil, viendo que no sacaba
partido de las tres pecoras, vario de asunto, aunque con poca fortuna,
porque sus amigas le mostraron mucho despego durante toda la visita. Al
fin determino march
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