duda de Lazaro, y casi sabia punto por
punto lo que habia de decir. Pero su sorpresa fue grande cuando miro la
firma y vio: _Claudio_.
--iClaudio! ?quien es Claudio?--exclamo con la mayor confusion.
La carta decia asi:
"Ya te he devuelto, amiga mia, a ese joven prisionero a quien tanto
quieres. Yo le he sacado de la carcel, donde el infeliz estaba a punto
de morirse de hambre y de frio; le he sacado tan solo porque es tu
amigo. Ya sabes que tu y yo somos tambien verdaderos amigos. Ese joven
parece que te quiere bien; pero no como yo, que te idolatro; y tan
desventurado soy ausente de ti, que hoy voy a intentar verte y hablarte
entrando por una casa vecina. No te llame la atencion: estoy decidido.
Por mi han salido esas tres viejas; por mi ha salido Elias; por si ha
salido Lazaro. Estas sola y encerrada; encerrada para todos menos para
mi, que te vere esta tarde. No tengas miedo: solo quiero verte y
hablarte. Te lo asegura, te lo promete el que te adora.--_Claudio_."
--iClaudio!--dijo Clara doblando la carta:--?quien es este hombre?
iY quiere entrar aqui! iJesus, que miedo! ?Que debo hacer? ?Cerrar
las puertas?
Clara empezo a temblar de miedo; no podia tomar resolucion ninguna. Por
fin evoco todo su valor: se dirigio a la puerta que daba al pasillo, y
le echo el cerrojo; despues corrio a la puerta que comunicaba con la
habitacion inmediata con intento de cerrarla tambien; pero ya era tarde,
porque Bozmediano entro muy tranquilo en el cuarto.
--iJesus!--exclamo Clara, retrocediendo con espanto. Vayase usted, por
Dios. iQue atrevimiento! Pero no pudo seguir, y se echo a llorar.
--iVayase usted.... Si vienen.... Por Dios, senor caballero (no se
acordaba del nombre). Vayase usted.... Usted es muy bueno y me dejara
sola. Si vienen ahora, ?que van a decir?
--No vendran: tranquilizate--dijo Bozmediano algo contrariado por aquel
recibimiento.--Somos ya verdaderamente amigos. Hoy vengo a hablarte, a
verte. Ya sabes que me he declarado tu protector.
En el sistema amatorio de Bozmediano estaba el tutear a las muchachas a
la tercera entrevista.
--Yo no quiero que usted me proteja. Si estoy muy bien aqui--afirmo
Clara con angustia.
--?Bien aqui?--dijo el militar, cerrando los punos. ?Bien aqui? Como que
voy a ahorcar a esas tres arpias que te estan martirizando. Cuando
pienso que un viejo fanatico y tres mujeres ridiculas estan hoy en el
mundo solo para mortificarte y asesinar lentamente a la mas noble y
ama
|