d lo que el puede hacer por mi?
--?Pero es posible que le quieras tanto?--dijo Bozmediano, que no creia
encontrar tanta firmeza.
--Si, le quiero. Pero usted, ?a que me pregunta esas cosas?
--Lo pregunto por saberlo--dijo con mucha calma el militar.--Ahora
repito que tu no sospechas de que acciones soy yo capaz. ?Creeras que es
posible, si me pruebas que le quieres tanto, que yo le comprenda en esta
proteccion generosa que te consagro, y me interese por los dos tanto
como ahora me intereso por ti? Pero falta una condicion para esto. Dudo
mucho que el te quiera como tu mereces, y si es como yo sospecho, le
creere un hombre indigno y le apartare de ti cuanto pueda. Le saque de
la carcel para probarte que procedo en estas cosas, como en todo, con
buena fe y caballerosidad. Cuando te vi por primera vez, y comprendi lo
que era tu vida, la poca esperanza de tu porvenir y la bondad de tu
corazon, me dio tanta lastima, que ... no se ... casi te ame desde aquel
momento como ahora. Para mi fue entonces el amor tan poco egoista, que
no entraba para nada mi persona en las cavilaciones que dia y noche
ocupaban mi imaginacion. Despues supe que existia, un joven a quien tu
querias mucho; supe que este joven estaba preso y le puse en libertad
por ti y para ti. Nunca tuve intencion de apartaros a los dos; al
contrario, mi deseo era uniros si el lo merecia. Pues bien: yo me he
convencido de que el no merece tal cosa y es indigno de ti. Clara no
supo que contestar a estas palabras. Y a la verdad que no era facil
conocer si tan elocuente expansion de bondad y afecto era verdadera o
simplemente un ardid galante de los que tambien usan los seductores.
--Si; pero entre tanto--dijo la muchacha,--usted me compromete; usted me
pierde para siempre. Si viene alguno de la casa y lo ve, o descubre que
ha entrado aqui....
--Nadie lo puede descubrir.... ?Pero es cierto, Clara que quieres
tanto a ese muchacho?--dijo Bozmediano, queriendo imprimir a sus
palabras cierto tono de jovialidad, que estaba muy lejos de tener en
aquel momento.
El joven galanteador habia errado el tiro; el aventurero de amor creyo
que habia deslumbrado a Clara con la conversacion de sus dos primeras
visitas. "Y era que tenia muy alta idea de sus propias dotes personales
para dudar de que una muchacha sencilla, educada por un fanatico, y sin
conocer otras pasiones que las vulgares inclinaciones de aldea, pudiera
resistir a ellas. Creyo asimismo que el hecho de poner en
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