quedarse con usted, senor don
Elias, porque si no, ?que va a ser de el?
Elias manifesto comprender.
--?Que va a ser de el si continua abandonado y sin guia?--prosiguio la
dama.--Por lo que ha pasado podemos colegir lo que pasara. Sin el amparo
de una persona tan virtuosa y magnanima como usted, ?que sera de este
caballerito, en quien han germinado las semillas de todas las malas
ideas del dia?
--Yo creo que aun es tiempo, porque, aunque ha brotado la cizana en esa
tierra malignamente fecunda, con un buen sistema de educacion podra ser
arrancada de raiz esa mala hierba, y aun expurgar y purificar la mala
tierra--dijo Salome, que, desde el tiempo en que los poetas le dedicaban
madrigales, habia conservado gran aficion a las alegorias.
--?Que te parece, Paula?--dijo Paz, que creia a veces que en aquella
casa no podia emitirse palabra ni consejo de ningun valor, sin ser
refrenado por el _exequatur_ ortodoxo de la devota.
--Ella, que es una santa, dira lo que se ha de hacer--exclamo Elias.
Mientras todos le pedian su opinion, la devota contemplaba el rostro del
estudiante, como si quisiera leer en el su delito. Expresion de lastima
afectuosa y aun de admiracion ingenua brillaba en los ojos de dona
Paulita, que en aquel momento parecia manifestarse naturalmente. Pero en
cuanto advirtio que le pedian un consejo, recordo su mision, arqueo las
cejas, y dio al viento la metalica voz con estas palabras:
--iOh! ?Que hay que consultar sobre este punto? ?Quien dice si se debe
perdonar al que ha faltado? ?Quien hay tan poco cristiano que haga
semejante pregunta? iPerdonar! ?Que es grave la culpa? Mejor: Por lo
mismo necesita perdon y olvido. Y si fuera mas delincuente mas pronto la
perdonaria.
Paz y Salome miraron a la par a don Elias para complacerse en leer en
sus ojos la admiracion que habia de causarle tanta sabiduria.
--?Como me consultan ustedes eso?--continuo Paulita.--Digan donde hay
pecadores para perdonarlos a todos. ?Y os privais de la alegria de
perdonar? No solo digo a todos que le perdonen, sino tambien que le amen
como si nunca hubiera pecado. Acordaos del hijo prodigo. Hoy es dia de
jubilo en esta casa, porque ha vuelto el delincuente, ha vuelto el que
se creia perdido para siempre. Voy a dar gracias a Dios por haberme
proporcionado el favor inefable de recibir en mi casa un delincuente
cargado de culpas, de poderle decir: "levantate y no vuelvas a pecar."
Era facil conocer en la mirada de la sant
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