arse; se levanto, hizo mil cortesias, les reitero su
respeto y admiracion, prometio volver pronto, y se fue.
Al llegar a la calle miro a todos los lados como buscando a alguno, y
al poco rato salio del portal de una casa inmediata el joven militar que
hemos conocido desde el principio de esta historia.
-?Que hay?--pregunto a Carrascosa con mucho interes.
-Nada, no quieren. Esas viejas son unos demonios contesto riendo de
muy buena gana el abate.--Me parece que por ese camino no
conseguiremos nada.
-iDiantre de viejas!
-No la sacamos de esa casa si no ahorcamos a las tres arpias de los tres
balcones, y a Coletilla del tejado.
-Estoy decidido ya a lo que te dije ayer. Si no la puedo sacar, me cuelo
yo dentro.
-iHombre, que empeno! ... Eso ya pica en historia. Vamonos de aqui,
que si Coletilla nos ve, de seguro cae de su burro; vamonos y hablemos
del asunto.
-Eres lo mas inutil ... Veras si yo la saco.
-Quisiera verlo--contesto Gil; y los dos se alejaron en direccion a
Santa Barbara.
-Ya tu has olvidado tus antiguas mafias, diablo de abate; ya no sirves
para el caso. A ver como puedo yo entrar ahi; discurre un medio, un
ardid cualquiera: ?para que te sirve esa travesura? a ver.
-Hay un medio magnifico--contesto Carrascosa.
-Pues explicate pronto.
-Voy a explicarlo.
CAPITULO XX
#Bozmediano#.
Antes de dar a conocer en toda su extension el coloquio de estos
personajes, conviene dar noticias de uno de ellos, ya harto conocido por
el lector. El militar que en el segundo capitulo de esta historia vimos
prestando auxilio a Coletilla y despues introduciendose furtivamente en
su casa, se llamaba don Claudio Bozmediano y Coello. Ya era tiempo de
decir su nombre. Tenia treinta y dos anos, y servia en el ejercito con
el grado de comandante. Su padre fue uno de los venerables legisladores
de Cadiz. Hombre de talento, de notoria probidad, de elevada cuna y
agradable presencia, habia sido siempre muy amado de sus compatriotas. A
la vuelta del Rey fue perseguido como todos, y tuvo que emigrar. Pero
restablecido el sistema constitucional, el viejo Bozmediano volvio a
Espana y ocupo uno de los mas elevados puestos en la politica.
(Con el nombre de Bozmediano conoceremos en esta historia al hijo de
aquel varon ilustre, cuyo verdadero nombre no podemos usar en nuestro
relato por ser un personaje contemporaneo de memoria muy reciente.)
Bozmediano, padre, era liberal de corazon. Trataba al
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