cesiones son muy pateticas, muy expresivas, muy religiosas.
De todos modos, ya la procesion esta arreglada, y hay que llevarla
acabo. Hemos estado buscando jovenes, y ya hemos encontrado algunas;
pero aun nos faltan cinco. La fiesta es manana: y si no encontramos hoy
esas que faltan, se va a deslucir la funcion. iQue contratiempo! No
saben ustedes cuanto he trabajado para buscarlas. Son muy guapas las
que tengo ya.
--Senor don Gil, por Dios--chillo Salome en el tono de una honesta dama
que reprende el atrevimiento de su galan.
--Senoras, ?que tiene eso de particular? Si Dios las ha hecho guapas,
?que vamos nosotros a hacer? Pero iay! me faltan cinco. Por eso he
venido aqui. Y se detuvo como cortado.
--iHa venido usted aqui!--exclamo Paz abriendo mucho los ojos.
--iHa venido usted aqui!--murmuro Salome con subito cambio de color.
Las dos ruinas se miraron Aquella mirada fugaz fue terrible. Un
observador oculto e inteligente hubiera advertido tal vez que en aquel
mutuo rayo por una y otra lanzado, se examinaron, se despreciaron,
cambiando como una expresion de rencor que cada una lanzo para la otra.
Pero Carrascosa, aunque era buen observador, no pudo advertir al breve
resplandor de aquella mirada fugaz como un relampago, los dos abismos
que, abierto el uno frente al otro, se contemplaron un instante,
mostrandose todo su horror. No se crea por esto que tia y sobrina no se
querian bien, no: se amaban, si cabe expresarlo asi; se amaban como
pueden amarse dos personas que se fastidian juntas. Sigamos.
Un profundo y lejano suspiro anuncio la admiracion de dona Paulita.
--Si, he venido aqui a ver si ustedes consienten ...--continuo el abate.
El retablo que en la persona de Paz hacia veces de rostro, se puso de
color de remolacha, y los ojos de Salome miraron al cielo, no sabemos si
por un movimiento natural o por una calculada combinacion de ademanes.
--Eso no tiene nada de particular, senoras, nada de particular; al
contrario....
--iSenor don Gil!--dijo Salome con una cosa parecida al rubor.
--iSenor don Gil!--exclamo Paz con toda la majestad de su caracter
reunida en un solo gesto.
El que habia sido abate y covachuelista comprendio que le habian
entendido mal.
--Voy a rectificar--exclamo.
--A rectificar, como dicen en las Cortes--indico Salome en un arrebato
de amabilidad repentina e inexplicable que no pudo contener; amabilidad
rarisima en ella y que era sin duda signo de una gran agitacion.
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