cuatro litotes y dos o tres metonimias: no
era aquel su camino. Dijo algunas generalidades que a el le parecian muy
nuevas, pero que en realidad eran viejisimas, y concluyo un parrafo con
dos o tres sentencias plutarquianas, que a el le parecian encajar como
de molde, pero que no produjeron sensacion ninguna. El esperaba un
aplauso: nadie aplaudio.
Lazaro estaba acostumbrado a oir aplausos desde el principio: esto le
daba estimulo. La frialdad que notaba en el auditorio en aquella
ocasion, le desanimo. Quiso pensar en esto, y casi estuvo a punto de no
saber que decir. Y, sin embargo, el tenia fijos en la imaginacion
algunos magnificos pensamientos; pero icosa singular! no los podia
decir. Le parecia verlos escritos delante; pero por un misterio, natural
en aquellos momentos, no encontraba la forma oratoria para expresarlos.
iQue contrariedad! Poco a poco hasta la voz se le enronquecio. Sin duda
habia en el espiritu de nuestro amigo una influencia maligna. Hablaba
con frialdad unas veces; notabalo el mismo, y al querer corregirlo,
gritaba demasiado. Las ideas le faltaban, las imagenes se le
desvanecian, las palabras se le atropellaban en la boca.
iAh! ?Donde estaban aquellas peroraciones internas, llenas de vida, de
vehemencia, persuasivas como una voz divina? ?Donde aquella logica
terrible que en la profundidad de sus deliquios oratorios hervia en su
cerebro, el cual parecia pequeno para tantas ideas? ?Donde estaban los
pensamientos sublimes, la facundia descriptiva, la facultad pintoresca,
la sentencia concisa y profunda? Si: el sentia bullir todo eso alla
dentro; dentro de aquel Lazaro solitario y apasionado que hablaba a la
Naturaleza en el silencio de la noche, que hablaba a la Sociedad en lo
profundo de un sueno. Las ideas, las formas, el lenguaje, todo lo tenia,
todo lo sentia dentro de si; pero no podia, no podia de ningun modo
expresarlo.
En todo orador hay dos entidades: el orador, propiamente dicho, y el
hombre. Cuando el primero se dirige a la multitud, el segundo queda
atras, dentro, mejor dicho, hablando tambien. Dos peroraciones
simultaneas son producidas por un mismo cerebro. Una es verbal y sonora:
dejemosla al publico. Otra es profunda y muda: examinemosla. Lazaro
describia, apostrofaba, rebatia, exponia, declamaba. Interiormente, la
otra voz parecia decir esto: "iQue mal lo estoy haciendo! iNo me
aplauden! ?Que debo decir ahora?... ?Tratare este punto?... No lo
trato.... ?Y aquella idea que antes
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