tando con la otra mano el velito rojo le dio un beso en la sien.
--iQue siempre ha de pasar lo mismo! Yo soy el descalabrado y tu te
apresuras a ponerte la venda.
--?Que estas diciendo ahi?--replico ella algo confusa--. Me voy porque
tengo que hacer una visita antes de comer.
--Vamos, Clementina, aunque quieras no puedes disimular.... Debes
comprender que no se pueden escuchar con risa los insultos ... y tu me
estas insultando a cada momento.
--Te digo que no te comprendo. No se a que insultos ni a que disimulos
te refieres--replico la dama con afectacion.
Pepe intento con mimo y dulzura quitarle de nuevo el sombrero. Ella le
detuvo con gesto imperioso. Tomola entonces por la cintura y la condujo
hacia el divan. Sentose, y cogiendole las manos se las beso repetidas
veces con apasionado carino. Ella siguio en pie sin dejarse ablandar.
Tan extremado estuvo, sin embargo, en sus caricias y tan sumiso, que al
cabo, arrancando con violencia sus manos de las de el, Clementina dijo
medio riendo, medio enojada aun:
--Quita, quita, que ya estoy hastiada de tus lametones de perro de
Terranova.... iEres un bajo!... Primero que yo me humillase de tal modo
me harian rajas.
Volvio a quitarse el sombrero, y fue ella misma a colocarlo sobre la
cama.
--Cuando se esta tan enamorado como yo--replico el joven un poco
avergonzado--, no puede llamarse nada humillacion.
--?Es de veras eso, chico?--dijo acercandose a el sonriente y tomandole
con sus dedos finos sonrosados la barba--. No lo creo.... Tu no tienes
temperamento de enamorado.... Y si no, vamos a probarlo.... Si yo te
mandase hacer una cosa que pudiera costarte la vida, o lo que es aun
peor, la honra ... algunos anos de presidio..., ?lo harias?
--iYa lo creo!
--?Si?... Pues mira, quiero que mates a mi marido.
--iQue barbaridad!--exclamo asustado, abriendo los ojos
desmesuradamente.
La dama le miro algunos segundos fijamente, con expresion escrutadora,
maliciosa. Luego, soltando una sonora carcajada, exclamo:
--?Lo ves, infeliz, lo ves?... Tu eres un senorito madrileno, un socio
del _Club de los Salvajes_.... Ni yo, ni mujer ninguna te harian cambiar
el frac y el chaleco blanco por el uniforme de presidiario.
--iQue ideas tan extranas!
--Sigue, sigue por donde te arrastra tu naturaleza de sietemesino y no
te metas en honduras. Ya comprenderas que te he hablado en broma. Asi y
todo me has confirmado en lo que ya pensaba.
--Pues si tienes formada e
|