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--Hechos quiero y no palabras--dijo el primer orador.
--Pues hechos tendreis. ?No sabeis que existe en Zaragoza un club, cuya
influencia y prestigio alcanzan a todo Aragon? Ese club, llamado
_democratico,_ ha sido en dos anos la mas entusiasta y eficaz asamblea
de la nacion. Lo que alli se ha predicado bien lo sabeis. Las voces
elocuentes que alli han resonado bien autorizadas son. La propaganda que
alli se ha hecho ha llegado hasta aqui. _(Rumores.)_
--No sabemos lo que es ese club. Siempre nos hablan ustedes los
aragoneses del club de Zaragoza, y aun hoy no sabemos lo que es eso.
?Que es eso? Mucho discurso democratico, pero ningun acierto para hacer
propaganda y formar un partido. Pero en ultimo resultado, ?cuales son
las teorias de ese club tan decantado? Yo desconfio de el. ?Quien habla
de ese club? Conozcamos a sus hombres. Creo que la mayor parte de los
que estamos aqui reunidos miran a esa insignificante reunion con el
desden que merece. _(Voces y algazara.)_
Muchos aragoneses se levantaron apostrofando al orador. Lazaro escuchaba
todo, inmutandose por grados. Sus amigos le decian en voz baja que
defendiese al club de Zaragoza. De repente un aragones se levanto en
medio de la sala, y senalando al sitio donde se hallaba Lazaro con los
demas llegados aquella noche, dijo:
--Presentes estan algunos senores que han pertenecido a ese club.
Todos miraron a aquel sitio.
--Bien--dijo el orador.--Si estan ahi esos senores, que hablen, que nos
digan lo que es ese club y que ha hecho. Queremos oirles: que hablen.
--iAqui esta el orador mas notable del club democratico de
Zaragoza!--dijo en voz muy alta Javier, senalando a su amigo.
--iSi, si!--dijeron todos los aragoneses que habia en el recinto,
reconociendo a su compatriota.--Defiendanos usted, defiendanos.
Todas las miradas se fijaron en Lazaro. iCosa singular! En aquel momento
una subita transformacion se verifico en el animo del joven. Se sintio
turbado, se esforzo en saludar, quiso decir algo y no pudo. Pero le
impelian hacia la tribuna, y no habia remedio. Si no hablaba, ?que
dirian de el? Lazaro habia brillado en Zaragoza por su elocuencia; habia
aprendido a dominar la multitud, a sobreponerse a ella, a manejarla a su
antojo. Pero en aquella ocasion se encontraba novicio, se desconocia,
tenia miedo.
--iQue hable, que hable!
--Abrid paso--exclamo uno de los diputados mas notables de las Cortes
de entonces.
Lazaro tuvo una inspiracion.
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