aficiones hipicas del dueno de aquel
despacho se delataban igualmente en los pasillos, que desde la puerta de
la casa conducian alli; por todas partes monturas colgadas y cuadros
representando caballos en libertad o aparejados. Hasta sobre la mesa de
escribir, el tintero, los pisapapeles y la plegadera estaban tallados en
forma de herraduras, estribos o latigos. Al traves de un arco con
columnas, mal cerrado por un portier hecho de rico tapiz en el que
figuraban un joven con casaca y peluca de rodillas delante de una joven
con traje Pompadour, veiase un magnifico lecho de caoba con dosel.
Asi que llegaron a esta camara, la dama se dejo caer con negligencia en
una butaquita muy linda y volvio a decirle con sonrisa burlona:
--iQue! ?no te alegras de verme?
--Mucho; pero me alegraria de haberte visto primero. Hace hora y media
que te estoy esperando.
--?Y que? ?Es gran sacrificio esperar hora y media a la mujer que se
adora? ?Tu no has leido que Leandro pasaba todas las noches el
Helesponto a nado para ver a su amada?... No; tu no has leido eso ni
nada.... Mejor: yo creo que te sentaria mal la ciencia. Los libros
disiparian esos colorcitos tan lindos que tienes en las mejillas, te
privarian de la agilidad y la fuerza con que montas a caballo y guias
los coches.... Ademas, yo creo que hay hombres que han nacido para ser
guapos, fuertes y divertidos, y uno de ellos eres tu.
--Vamos, por lo que estoy viendo me consideras como un bruto que no
conoce ni la A--respondio triste y amoscado el joven, en pie frente a
ella.
--iNo, hombre, no!--exclamo la dama riendo; y apoderandose de una de sus
manos la beso en un repentino acceso de ternura--.Eso es insultarme. ?Te
figuras que yo podria querer a un bruto?... Toma--anadio despojandose
del sombrero--, pon ese sombrero con cuidado sobre la cama. Ahora ven
aqui, so canalla; ya que eres tan susceptible, ?no consideras que has
principiado diciendome una groseria?... iHora y media!... ?Y que?...
Acercate, ponte de rodillas; deja que te tire un poco de los pelos.
El joven, en vez de hacerlo, agarro una silla-fumadora y se monto en
ella frente a su querida.
--?Sabes por que he tardado tanto?... Pues por el dichoso nino, que me
ha seguido hoy tambien.
Al decir esto, se puso repentinamente seria; una arruga bien pronunciada
cruzo su linda frente.
--iEs insufrible!--anadio--. Ya no se que hacer. A todas horas, salga
por la manana o por la tarde, traigo aquel fantasma det
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