cia, y los supervivientes quedaron aterrados despues de una
derrota tan inesperada y completa.
La gran superioridad de nuestro sexo se hizo patente cuando el Comise
femenino, de acuerdo con las mujeres de los otros paises, decreto la
apertura de una Asamblea para reglamentar la victoria. Nunca se ha visto
una reunion politica en que se hablase menos y se adoptasen acuerdos
practicos con mayor rapidez.
Los hombres, que durante su larga tirania se dejaron dominar siempre por
oradores, creyendo que un varon de buena palabra sirve para todo y lo
sabe todo, han tenido el cinismo de burlarse de las mujeres en muchas
ocasiones, asegurando que somos habladoras.
Y sin embargo, nuestra Revolucion se hizo sin discursos. Solo despues de
pasados algunos anos ha renacido la oratoria en este pais.
Lo primero que acordaron las mujeres fue suprimir las naciones con todos
sus fetichismos patrioticos provocadores de guerras. Ya no hubo Liliput,
ni Blefuscu, ni Estado alguno que guardase sus antiguos nombres y
diferencias. Todos se federaron en un solo cuerpo, que tomo el titulo de
Estados Unidos de la Felicidad. La capital de esta confederacion
verdaderamente pacifica fue Mildendo, por haber partido de ella el
movimiento libertador; pero se despojo de su nombre, que databa de los
antiguos emperadores, para llamarse en adelante Ciudad-Paraiso de las
Mujeres.
Al terminar la influencia de los hombres, disminuyo el descontento
social y perdieron su fuerza amenazante las teorias sobre la supresion
de la propiedad, el nuevo reparto de la riqueza y otras utopias. La
mujer es profundamente conservadora y ama la propiedad y el orden. Ella
ha sido la que, a pesar de su papel secundario, mantuvo al hombre en la
razon durante miles de anos y le impidio hacer tonterias irremediables.
Sin ella no hubiese podido subsistir la sociedad. El hombre es tan vano
y presuntuoso, que apenas discurre un disparate para remediar lo que tal
vez no tiene remedio, intenta ponerlo en practica, lo considera
infalible por ser suyo, y se siente capaz de prender fuego al mundo
entero a cambio de que triunfe su orgullo de autor.
Al gobernar las mujeres, solucionaron por el sentimentalismo y el
instinto lo que los hombres no habian podido arreglar nunca valiendose
de su razon. Los mas de los problemas sociales se resolvieron
simplemente suprimiendo la envidia. Pero prescindo de entrar en detalles
y vuelvo a lo que hicieron los primeros organizadores de la Verdade
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