ltas= 'turns.' The streets of Seville are many of
them crooked like those of Toledo and other Moorish cities in
Spain.]
[Footnote 2: San Felipe. See p.95, note 4.]
[Footnote 3: el callejon de las Duenas. See p.98, note 1.]
--?Que quiere usarced? mi senora dona Baltasara, decia la una, yo soy
de este genial. Cada loco con su tema.... Me lo habian de asegurar
capuchinos[1] descalzos y no lo creeria del todo.... Ese hombre no
puede haber tocado lo que acabamos de escuchar.... Si yo lo he oido
mil veces en San Bartolome,[2] que era su parroquia, y de donde tuvo
que echarle el senor cura por malo, y era cosa de taparse los oidos
con algodones.... Y luego, si no hay mas que mirarle al rostro, que
segun dicen, es el espejo del alma.... Yo me acuerdo, pobrecito, como
si lo estuviera viendo, me acuerdo de la cara de maese Perez, cuando
en semejante noche como esta bajaba de la tribuna, despues de haber
suspendido al auditorio con sus primores.... iQue sonrisa tan
bondadosa, que color tan animado!... Era viejo y parecia un angel...
no que este ha bajado las escaleras a trompicones, como si le ladrase
un perro en la meseta, y con un color de difunto y unas... Vamos, mi
senora dona Baltasara, creame usarced, y creame con todas veras... yo
sospecho que aqui hay busilis....
[Footnote 1: capuchinos= 'Capuchins.' An order of mendicant friars
founded in 1528 by Matteo di Bassi, and named from the pointed
capouch or cowl that distinguishes their dress. Honesty, as well as
poverty and humility, is supposed to be one of their crowning
virtues.]
[Footnote 2: San Bartolome. The church of St. Bartholomew is
situated on the Plaza de San Bartolome in the northeastern part of
the city. It was built on the site of a Jewish synagogue, after the
expulsion of the Jews by the Christian kings of Spain. Its present
architecture is Doric and dates only from the eighteenth century.]
Comentando las ultimas palabras, las dos mujeres doblaban la esquina
del callejon y desaparecian.
Creemos inutil decir a nuestros lectores quien era una de ellas.
IV
Habia transcurrido un ano mas. La abadesa del convento de Santa Ines y
la hija de maese Perez hablaban en voz baja, medio ocultas entre las
sombras del coro de la iglesia. El esquilon llamaba a voz herida a los
fieles desde la torre, y alguna que otra rara persona atravesaba el
atrio silencioso y desierto esta vez, y despues de tomar el agua
bendita en la p
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