oto el hinchado boton que nos servia de cuna,
nos desplegamos al templado beso del sol como un abanico de
esmeraldas?
--iOh! iQue dulce era sentirse balanceada por la brisa a aquella
altura, bebiendo por todos los poros el aire y la luz!
--iOh! iQue hermoso era ver correr el agua del rio que lamia las
retorcidas raices del anoso tronco que nos sustentaba, aquel agua
limpia y trasparente que copiaba como un espejo el azul del cielo, de
modo que creiamos vivir suspendidas entre dos abismos azules!
--iCon que placer nos asomabamos por cima de las verdes frondas para
vernos retratadas en la temblorosa corriente!
--iComo cantabamos juntas imitando el rumor de la brisa y siguiendo el
ritmo de las ondas!
--Los insectos brillantes revoloteaban desplegando sus alas de gasa a
nuestro alrededor.
--Y las mariposas blancas y las libelulas azules, que giran por el
aire en extranos circulos, se paraban un momento en nuestros
dentellados bordes a contarse los secretes de ese misterioso amor que
dura un instante y les consume la vida.[1]
[Footnote 1: y les consume la vida. This is strictly true of the
honey-bee, but not to my knowledge of butterflies or dragon-flies.]
--Cada cual de nosotras era una nota en el concierto de los bosques.
--Cada cual de nosotras era un tono en la armonia de su color.
--En las noches de luna, cuando su plateada luz resbalaba sobre la
cima de los montes, ?te acuerdas como charlabamos en voz baja entre
las diafanas sombras?
--Y referiamos con un blando susurro las historias de los silfos que
se columpian en los hilos de oro que cuelgan las aranas entre los
arboles.
--Hasta que suspendiamos nuestra monotona charla para oir embebecidas
las quejas del ruisenor, que habia escogido nuestro tronco por
escabel.
--Y eran tan tristes y tan suaves sus lamentos que, aunque lenas de
gozo al oirle,[1] nos amanecia llorando.
[Footnote 1: oirle. See p. 66, note 1.]
--iOh! iQue dulces eran aquellas lagrimas que nos prestaba el rocio de
la noche y que resplandecian con todos los colores del iris a la
primera luz de la aurora!
--Despues vino la alegre banda de jilgueros a llenar de vida y de
ruidos el bosque con la alborozada y confusa algarabia de sus cantos.
--Y una enamorada pareja, colgo junto a nosotras su redondo nido de
aristas y de plumas.
--Nosotras serviamos de abrigo a los pequenuelos contra las molestas
gotas de la lluvia en las tempestades de verano.
--Nosotras le
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