encia que le oponia la ciudad, sino por el miedo de ser
atacado por la fuerza de Valle. En este estado no le quedaba mas
alternativa que salir al encuentro de la columna auxiliadora, o
retirarse: prefirio este ultimo arbitrio, teniendo a su disposicion un
ejercito de 17,000 hombres!
Se replego hacia la provincia de Tinta, donde no tardo en alcanzarlo
Valle al frente de 16,000 hombres. Le aguardo Tupac-Amaru con 10,000,
que fueron arrollados en las inmediaciones de Tungasuca. Hecho
prisionero con toda su familia, fue llevado al Cuzco, donde expio de un
modo atroz el deseo de restablecer la dominacion de los Incas, o mas
bien de sustraer a los indios de la baja e intolerable tirania de los
corregidores.
No por esto cesaron los males del Peru. Diego, y Andres, el uno hermano,
y el otro sobrino de Tupac-Amaru, segundados por Julian Apasa, sucesor
de Tomas Catari, continuaron hostilizando a las tropas y a los pueblos.
Los sitios que pusieron a Puno, a Sorata y a la Paz, forman los
episodios mas interesantes de este drama. La ultima de estas ciudades
sostuvo dos cercos, que duraron 109 dias, a pesar de hallarse la ciudad
embestida por 12,000 indios, duenos de las avenidas, y de todas las
alturas que la dominan. En este teatro de desolacion brillo el genio
activo de D. Sebastian Segurola, sobre el cual gravitaba la
responsabilidad de conservar un numeroso vecindario, reducido a perecer
de hambre, o a entregarse al cuchillo de una horda feroz. Solo la
firmeza de este gefe pudo librarlo de tan grande infortunio.
Ni fue menos honrosa la conducta de Valle, Flores, y del mas esforzado
de todos, Reseguin. Cuando paso la frontera de Salta, se hallo este
oficial en el centro de una gran insurreccion que devoraba la provincia
de Chichas. Suipacha, Cotagaita, Tupiza, estaban en manos de los
insurgentes, que en esta ultima ciudad habian imitado el ejemplo de
Tupac-Amaru, ahorcando a su corregidor. Reseguin, con un punado de
bravos, restablece el orden, escarmienta a los indios, y los pone en la
imposibilidad de volverse a lanzar contra la autoridad publica. Su
marcha hasta el Cuzco fue una serie continuada de combates y triunfos.
Llego en circunstancias que el sitio de Sorata habia tenido un horrible
desenlace. Irritado Andres Tupac-Amaru de la obstinada resistencia que
le hacian sus habitantes, a quienes amagaba con un ejercito de 14,000
hombres, recoge las aguas del cerro nevado de Tipuani, y cuando las vio
crecer en el estanque
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