pezaba a sentirse la consternacion que causaban los indios, que
habian entrado en la villa en el espacio de 6 horas, cuyo numero pasaba
de 4,000, convocados por D. Jacinto Rodriguez y sus parciales: uno de
ellos dijo al tiempo de entrar los de Paria, que venian de paz, pues el
dia antes habian salido 25 sugetos para detenerlos y estorbar su venida,
porque no eran ya necesarios, cuando se habia conseguido el triunfo
deseado. Pero la noticia que tuvieron del saqueo y caudal que todavia
existia, fue incentivo para que no obedeciesen la orden de retirarse, y
se multiplicaron tanto, que se hace increible el excesivo numero que
andaba por las calles, divididos en tropas, tocando sus cornetas, y
despidiendo piedras con las hondas: de suerte que toda la gente de
cristiandad y distincion estaba refugiada en los templos, implorando la
clemencia del Altisimo, y esperando la muerte por instantes. Durante la
noche se ocuparon en saquear las casas y tiendas de los europeos. D.
Francisco Rodriguez, el Alcalde, el cura parroco y otros sacerdotes,
intentaron el 12 por la manana contener los robos, que estaban
egecutando en la tienda y casa de D. Manuel Bustamante, pero nada
pudieron conseguir, porque prorrumpieron en estas voces: "muera el
Alcalde, pues supo afrentar a sus paisanos:" a esto siguieron los indios
gritando, _comuna, comuna_, palabra de que usaban cuando querian matar o
robar, como si dijeran _todos a una_. No se verifico este estrago,
porque el Alcalde logro ponerse en salvo por medio del mismo tumulto.
El dia 13 mando abrir Cabildo D. Jacinto Rodriguez, y cuando se
presumia fuese para tomar alguna providencia, solo se dirigio a que lo
recibiesen de Justicia Mayor, empleo de que se habia posesionado con
solo la autoridad de los sublevados. Antes de entrar en la casa
capitular, se acerco a las puertas de la iglesia matriz, e hizo algunas
demostraciones de querer contener a los indios, que intentaban entrar y
profanar el templo, buscando a los europeos, lo que el cura habia
resistido hasta entonces: pero persuadido por Rodriguez y por D. Manuel
de Herrera, consintio que entrasen doce de los mas principales. El
pretexto era sacar solo al corregidor, que creian estaba en la bobeda.
El parroco les aseguraba que no habia tal, pero simple o maliciosamente
anadio, que habia cuatro europeos ya confesados. Los indios que no
deseaban otra cosa, se encendieron en ira, y llenos de furor entraron en
la iglesia por fuerza, abrieron las b
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