to de
circunstancias que ocurrieron en accion tan determinada, nombro partidas
para evitar los danos que seguian en todos los limites de la provincia
que estaban conmovidos, y en que cometian los sediciosos atroces
crueldades, obligando a los habitantes espanoles a venir fugitivos, para
acogerse a la sombra de las tropas recien llegadas. Diariamente se
presentaban viudas desamparadas y huerfanos afligidos, que abandonando
sus haciendas, comodidades y domicilio, se reunian en Tupiza, para
esponer al Comandante sus padecimientos, con la perdida de sus padres,
maridos y bienes, que les habia quitado el rigor de los tiranos
agresores; quienes egercitaron su barbarie, con mas exceso que en otras
partes, en los minerales de Tomabe, Ubina, Tatasi, Portugalete y la Gran
Chocalla, ultrajando a los sacerdotes, profanando los templos, y
cometiendo las mas sacrilegas muertes en ellos, con cuantiosos robos,
despedazando los ingenios, y destruyendo las labores de las minas.
Oiales Reseguin con afabilidad, consolaba a todos con ternura, y
ofreciales mirar por ellos, como un padre benefico por sus hijos;
prometia hacerles restituir sus bienes, y derramar hasta la ultima gota
de sangre en su defensa, y por tan justa causa.
La sedicion de esta provincia tuvo algunas circunstancias, por las
cuales se hacia mas temible que la general que se esperimentaba en el
Peru, y pudiera haber dado muchos cuidados, a no haberse cortado tan
oportunamente sus progresos. El autor y cabeza principal de ella, Luis
Laso de la Vega, era de casta de los cholos, mas espanol que indio, y se
hallaba sirviendo en calidad de sargento de aquellas milicias, a quien
acompanaba un genio audaz y algunas particularidades que le hacian
distinguir entre los suyos. Este inicuo, favorecido del corregidor, D.
Francisco Garcia de Prado, correspondio a su benefactor con la mayor
ingratitud, fraguando aquella trama, para usurpar el mando de las
provincias de Chichas, Lipes, Cinti y Porco, aprovechandose de la
fermentacion que habian causado los edictos y las diligencias de los
comisionados del principal rebelde Tupac-Amaru, y los movimientos de las
demas, que tambien obligaron al corregidor al acopio de algunas
municiones, y a reunir en Tupiza el regimiento de milicias de este
nombre, compuesto de cholos y mestizos, en que servia Laso, quien dio
principio a sus ambiciosos y atrevidos pensamientos, el 6 de Marzo,
aprovechando el acto de la revista, para conmover los animos de s
|