costas la guerra
con los ingleses. Primeramente dispuso marchase un destacamento de 200
veteranos, a cargo del capitan de infanteria D. Sebastian Sanchez; y a
pocos dias nombro otro de igual numero, inclusa en el la compania de
granaderos del batallon de infanteria de Savoya, a las ordenes de su
capitan, el Teniente Coronel D. Cristoval Lopez: y no contento aquel
celoso y acreditado General con estas diligencias, envio tambien algunos
oficiales sueltos para que pudiesen contribuir al arreglo y ensenanza de
las milicias, y mandar las operaciones militares que ocurriesen en
aquellas provincias para sugetarlas y mantenerlas en la debida
obediencia al Soberano. Uno de ellos fue el Comandante en gefe del
cuerpo de Dragones de la expedicion, D. Jose Reseguin, que salio de
Montevideo con la mayor aceleracion; y recibida la instruccion del Virey
se puso en camino por la posta, el 19 de Febrero de 1781, con la mira de
alcanzar el destacamento que habia salido primeramente, y que llevaba ya
dos meses de marcha: y aunque hizo presente a aquel Exmo. no le era nada
airoso ir a servir bajo las ordenes de un Teniente Coronel mas moderno,
y que solo era graduado, no fue obstaculo para que este oficial
practicase cuantos esfuerzos le fueron posibles, a fin de lograr la idea
que se habia propuesto, y que consiguio a costa de sus diligencias;
habiendose incorporado en aquellas tropas el 13 de Marzo en el Puesto de
los Colorados, que dista 460 leguas de la capital del vireinato, sin que
lograsen detenerle los eficaces esfuerzos y ruegos que emplearon los
vecinos de Jujuy, y los de muchos espanoles fugitivos, que por todo el
camino encontraba, quienes le aseguraban estaban ya del todo sublevadas
las provincias de Chichas, Ciuti, Lipes y Porco, que median hasta la
villa de Potosi y ciudad de la Plata, cuya noticia confirmaba el
corregidor de Chayanta, D. Joaquin de Alos, que disfrazado de religioso
franciscano, iba huyendo por no caer segunda vez en manos de los
sediciosos.
Recibido por este oficial el mando del departamento, le hallo disminuido
de 50 hombres, que habian desertado en el transito de la provincia del
Tucuman, seducidos por sus habitantes, que ponderaban los riesgos a que
iban a exponerse, y las comodidades y libertad que ellos disfrutaban,
ofreciendoles casamientos y otras ventajas; cuyo dulce atractivo fue muy
perjudicial a todas las tropas que se destinaron al Peru; pero se
hallaba reemplazada aquellas falta con una compani
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