llejon tortuoso,
muy a proposito para que un corto numero de hombres contenga y resista
al mas numeroso ejercito. No ignoraban los indios las excelencias de
aquel puesto, como que ha demostrado la experiencia su conocimiento y
acierto para la eleccion de situaciones ventajosas, razon porque le
habian escogido, para oponer la primera resistencia a las tropas del
Rey, considerando, que cuando llegasen a el, estarian cansadas de
superar los obstaculos, que por grados iban creciendo, asi como se iban
acercando: porque a los naturales del camino, agregabase en aquella
ocasion lo caudaloso del rio, que en algunos vados se pasaba con mucho
trabajo y no poco peligro, aumentado por la oscuridad de la noche.
Superados con diligencia y constancia todos los inconvenientes, llego la
tropa a la natural fortaleza a que el arte no podia anadir
circunstancia, la que reconocida por algunas partidas que se formaron de
los espanoles fugitivos que eran practicos del terreno, la hallaron
desocupada, y se siguio la marcha, no sin algun sobresalto, porque
cuando se estaba en la mitad del peligro, se oyo un chasquido de honda,
y que algunas piedras se precipitaban de lo mas alto. Todos se
suspendieron, creyendo habian sido sentidos de los enemigos, pero el
Comandante, animado de su resolucion, se volvio, y les dijo: "ya el
peligro es inevitable, lo que importa es salir de el cuanto antes." Y
avivando el paso, mando a todos le siguiesen: en efecto, logro atravesar
aquel estrecho sin resistencia, y salir a otra quebrada mas espaciosa,
donde tuvo ya lugar la imaginacion para concebir fundadas esperanzas de
un exito feliz. No malogro instante Reseguin; y haciendo alto, reunio su
formacion dilatada por los regularos efectos del desfiladero, estendio
su frente cuanto le permitia la mayor anchura del camino; dividio los
200 hombres que llevaba en cinco divisiones, las cuatro iguales, a las
ordenes de los oficiales veteranos, y la mayor quedo a las suyas. A
cada una senalo un vecino del pueblo, que se dirigiese y apostase al
paraje senalado, y despues de haber hablado con entereza a sus soldados,
representandoles su obligacion, el orden que debian observar, la
obediencia y resolucion en el obrar, doblo el cuidado y el silencio para
seguir a Tupiza. Llego a esta villa a las 4 de la manana del dia 17, y
la mando rodear inmediatamente por las partidas, que ocuparon toda su
circunferencia, para que nadie saliese de ella, y con la suya entro por
la calle pri
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